“Las vistas se ponen a la altura de las circunstancias”, escribió la NASA en su cuenta de Instagram y tenía razón, porque el posteo incluía un espectacular video captado el 28 de noviembre pasado, en la jornada 13, de la misión Artemis I.
En las imágenes grabadas por la nave espacial Orión se observa a la Tierra transitando detrás de la Luna. El impactante video fue grabado mientras alcanzaba su distancia más lejana de casa – 268,563 millas (432,210 km) -, lo más lejos que cualquier nave espacial diseñada para transportar humanos había viajado en la historia.
El día de vuelo 13 marcó el punto medio de la misión, donde la Orión continuó en órbita retrógrada distante -una trayectoria a gran altitud que viaja en la dirección opuesta a la que la Luna viaja alrededor de la Tierra- permitiendo a los científicos estudiar el curso de la futura estación espacial en órbita lunar: Gateway.
El ligero bamboleo en la imagen se debe a que la cámara estaba en una posición fija en el conjunto solar de la nave espacial, mientras que la Luna y la Tierra continuaron moviéndose en sus órbitas en relación con Orión.
Artemis 1 tiene como objetivo demostrar que el cohete SLS y Orion están listos para llevar astronautas a la Luna como parte de un programa sostenido de exploración lunar que finalmente permitirá vuelos tripulados a Marte.
La NASA quiere usar estos nuevos cohetes para construir una estación espacial Gateway alrededor de la Luna, luego enviar tripulaciones allí para usarla como base de operaciones para viajes al polo sur lunar y luego Marte.
La cápsula Orión regresó de forma exitosa a la Tierra el 11 de diciembre pasado tras 25 días de viaje y dio cierre a la histórica misión no tripulada Artemis I, que circunnavegó la Luna y es la punta de lanza de un programa con el que la NASA planea fijar una presencia permanente en el satélite terrestre.
En ese tiempo, la NASA recogió información sobre cómo impactaron en la Orión las altas temperaturas que experimentó durante el reingreso y si es que tuvo efectos en la temperatura de la cabina de la tripulación, ahora solo ocupada por maniquíes.
“Artemis está pavimentando el camino para vivir y trabajar en el espacio profundo en un ambiente hostil y, al final, llevar humanos a Marte”, precisó en la rueda de prensa el administrador de la NASA, Bill Nelson.
La NASA tuvo que retrasar cuatro veces la partida de la misión, dos por razones técnicas y otras dos por causas meteorológicas. Finalmente, el pasado 16 de noviembre, El SLS, el más potente y el de mayor tamaño de todos los cohetes de la NASA, con una altura superior a un edificio de 30 plantas (322 pies o 98 metros), despegó de Florida impulsando a la Orión para seguir haciendo historia.
Los planes de la NASA son enviar la misión tripulada Artemis II en 2024, y al año siguiente la Artemis III, en la que los astronautas, entre ellos una mujer y un hombre de color, finalmente tocarían el suelo del satélite por primera vez desde 1972.