Un hombre armado con una espada y un hacha fue detenido este jueves por el personal de seguridad del edificio del diario estadounidense The New York Times después de que solicitara hablar con varios periodistas.
Con “un cuchillo en una mano y un animal de peluche en la otra” el hombre ingresó a la sede del tabloide en la Octava Avenida de Manhattan, señaló un portavoz de la policía de Nueva York.
La Policía de Nueva York explicó en declaraciones recogidas por la cadena NBC que la persona quiso entrar a la redacción del famoso diario, ubicado en Manhattan, para hablar con personas no identificadas del periódico.
Después de ser detenido por el personal de seguridad del edificio, el hombre entregó sus armas sin que se registraran incidentes y fue retenido hasta la llegada de la Policía. Más tarde, fue llevado a un hospital para que fuera evaluado.
El suceso tiene lugar en un momento en el que los periodistas se han convertido en Estados Unidos cada vez más en el blanco de la violencia en los últimos años.
El día del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, varios periodistas fueron agredidos mientras trabajaban. Y, más recientemente, un funcionario electo de la ciudad de Las Vegas fue acusado de matar supuestamente a puñaladas a una periodista después de que escribiera artículos críticos contra él, informó The Hill.
El Observatorio de Libertad de Prensa en Estados Unidos investiga al menos 280 denuncias por violación a la libertad de prensa en todo el país.
El Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés), que es miembro fundador del observatorio, señaló que durante las manifestaciones que se han sucedido desde el años pasado unos 45 periodistas han sido detenidos y “docenas” han sido rociados con gas pimienta, lacrimógeno o pelotas de goma.
“El CPJ está horrorizado por el continuo uso de la fuerza y de prácticas violentas por parte de la policía y hacia los periodistas. Hacemos un llamamiento para que no se apunte a la prensa”, expresó el comité
El director ejecutivo del CPJ, Joel Simon, aseguró que la realidad ahora mismo es que las prácticas “agresivas y militarizadas” en buena parte del país se están combinando con un número cada vez mayor de manifestantes hostiles hacia los medios tradicionales.
“Todo esto ha provocado que cubrir las protestas sea una tarea cada vez más peligrosa”, advirtió Simon.
A través de su página web, el CPJ rastrea los casos de violencia contra la prensa y se pueden ver denuncias de, por ejemplo, varios periodistas en Denver (Colorado) que aseguran haber sufrido un ataque con pelotas de pimienta, unos proyectiles utilizados para dispersar a los manifestantes y que dejan escozor en la zona golpeada.
El CPJ también ha alertado de ataques contra los autos de los medios de comunicación que cubren las movilizaciones y de persecuciones por parte de manifestantes a periodistas de medios como Fox News.
