Amenazó con gripar un Liverpool que se salvó sobre la bocina y, con un cabezazo de Joel Matip, endereza su camino en la Champions League y derrota al Ajax de Amsterdam en Anfield (2-1).
Los de Jürgen Klopp volvieron a demostrar ser un equipo este curso de muchos grises y que ha perdido la chispa de otras temporadas, pero a balón parado salvó un punto de partido, porque la clasificación amenazaba con dejarles a seis puntos del Nápoles si los italianos vencen este miércoles al Rangers de Glasgow.
Después de veinte minutos magníficos, dignos del mejor Liverpool de Klopp, y con la llegada del gol de un Mohamed Salah, que anotó su tercer gol de la campaña, llegó la renuncia al juego de los ‘Reds’ y unos minutos muy pobres que el Ajax aprovechó para empatar, con un golazo de Kudus. El cabezazo de Joel Matip a dos minutos del final solventó la papeleta e iguala todo en el Grupo A.
El encuentro en Anfield estuvo marcado, como todo lo que ocurre estos días en Inglaterra, por la muerte de la reina Isabel II. Se guardó un minuto de silencio, solo roto por unos pocos, y las banderas del estadio ondearon a media asta. No hubo himno de la Champions League ni mosaico en el centro del campo.
Sí hubo «You’ll Never Walk Alone» y salida eléctrica del Liverpool, que a los 15 minutos se puso por delante cuando Luis Díaz bajó un pelotazo de Alisson, se la dejó a Diogo Jota y este se la sirvió en bandeja a Salah. El egipcio controló y fusiló con la zurda.
Fueron minutos excelsos del Liverpool, que tuvo el 2-0 en una volea de Díaz desde la frontal, en una disparo de Jota y en una ocasión de Salah.
Perdonaron los de Klopp, pero no el Ajax, que aprovechó la espalda de Alexander-Arnold, la gran laguna del equipo, para que Bergwijn se filtrara sola y pusiera un pase atrás que cazó Kudus y mandó a la escuadra en dos toques.
Con 1-1, el paso adelante del Liverpool se dilató, sobre todo por las paradas disuasorias de Pasveer, que salvó un cabezazo a bocajarro de Van Dijk y un disparo desde dos metros de Alexander-Arnold.
Pudo ir a peor la noche y Tadic, crecido en sus noches de Champions, puso un centro a Blind que el ex del United cabeceó rozando el palo. Quedaban 15 minutos para el final y los holandeses acariciaron la victoria.
Pero esto es Anfield y quedaba aún la última palabra. Después de fallos inverosímiles de Salah y Darwin Núñez, Joel Matip fue el salvador. Cabezazo a la salida de un córner y amago de gol fantasma. Hasta que el árbitro señaló al círculo central y cantó gol.
2-1 ganó el Liverpool, que se rehace de su goleada en Nápoles y respira.