El miércoles el Brujas le ganó 1-0 al Bayern Leverkusen en Bélgica por el Grupo B de la Champions League. Aunque el foco estuvo en el nuevo sistema del fuera de juego semiautomático, que se estrena en el principal torneo de clubes de Europa que arrancó este martes y que también se aplicará en el próximo Mundial de Qatar. En su segunda jornada ya tuvo una polémica con una acción del equipo alemán por un fuera de juego casi imperceptible. Además, tuvo dos goles invalidados.
El local se puso en ventaja a los 41 minutos mediante un tiro de esquina desde la derecha que Abakar Sylla anticipó en el área y su cabezazo no pudo ser atajado por Lukás Hrádecky, quien no pudo controlar y se metió con pelota adentro del arco. Fue un error insólito del guardameta finlandés, que luego desvió el tiro de Kamal Sowah.
Los alemanes fueron a buscar el empate y su delantero Patrik Schick comenzó a convertirse en su protagonista estelar. Perdió una al lado del arco en el epílogo de la primera mitad y luego protagonizó los dos tantos que quedaron sin efecto.
En el complemento siguió redimiéndose y le ahogó el grito a Ferrán Jutglà. Los germanos no bajaron los brazos y siguieron intentando. A los 72 minutos llegó el centro desde la izquierda de Callum Hudson-Odoi que tuvo destino de red, pero Schick la peinó y el árbitro Irfan Peljto recibió el llamado del VAR. Luego de analizar la jugada por el monitor, anuló el gol. Si el checo no intervenía, el tanto era lícito.
Luego de un intento de chilena de Schick que fue un golazo, se lo volvieron a anular, pero por una clara posición adelantada. Más tarde llegó la gran polémica en la que marcaron otra posición fuera de juego, en este caso a Jonathan Tah, donde intervino el fuera de juego semiautomático y en las repeticiones se advierte que es casi imperceptible y el alemán pudo estar adelantado por apenas un dedo.
Los alemanes al igual que el Porto arrancaron perdiendo la Champions League, ya que el elenco lusitano también cayó, pero por 2-1 ante el Atlético Madrid, en un encuentro que tuvo los tres goles en tiempo de descuento.
Volviendo a la controversia, el nuevo sistema de detección de fuera de juego semiautomático funciona con 12 cámaras especializadas ubicadas bajo el techo de cada estadio capaces de seguir 29 puntos corporales diferentes por jugador, datos que se toman 50 veces por segundo. Esto permite que se puedan detectar los fuera de juego, por más mínimos que sean, aunque el caso de Schik fue motivo de discusión en las redes y se volvió viral.
Esta novedad ya fue utilizada este martes en la apertura de la fase de grupos del principal torneo de clubes de Europa. Fue en la victoria del Borussia Dortmund por 3-1 sobre el Copenhague en el Signal Iduna Park. El conjunto danés había descontado, pero la tecnología determinó en escasos segundos que a la hora de arrancar la carrera al espacio, el delantero Andreas Cornelius estaba levemente adelantado y se mostró el moderno diagrama en la transmisión oficial del encuentro.
Este sistema es similar al que mide si la pelota traspasó en su totalidad la línea de meta o no, para confirmar un gol. En cualquier caso, las sanciones no son automáticas, ya que el juez asistente de video analizará la situación y notificará a los presentes en el terreno de juego. La decisión final estará en manos del árbitro y sus asistentes.
