El actor estadounidense Ashton Kutcher, de 44 años, reveló que hace unos años desarrolló un extraño trastorno autoinmune lo dejó sin la capacidad de ver, oír o caminar.
“Alrededor de dos años atrás tuve una extraña y súper rara forma de vasculitis que me dejó sin visión, destruyó mi audición, todo mi equilibrio”, explicó Kutcher en un adelanto de “Running Wild with Bear Grylls: The Challenge” en el que participó recientemente.
La estrella de “That ‘70s Show” dijo que le tomó alrededor de un año recuperarse.
Fue diagnosticado con vasculitis, una enfermedad autoinmune que causa inflamación en los vasos sanguíneos, limitando la circulación de la sangre y aunque hay varios tipos, puede afectar más de un órgano vital.
“No aprecias las cosas que tienes hasta que las pierdes”, dijo Kutcher sobre su experiencia. “No sabía si iba a poder volver a ver, si iba a poder volver a escuchar. No sabía si podría caminar de nuevo. Me siento afortunado de estar vivo”, agregó.
Ahora completamente recuperado de su aterrador problema de salud, el actor de “No Strings Attached” dijo que no permite que ningún desafío se interponga en su camino.
“En el momento en que comienzas a ver que los obstáculos de la vida fueron hechos especialmente para ti, para enseñarte lo que necesitas, entonces la vida comienza a volverse divertida”, dijo Kutcher, quien comparte dos hijos con su esposa, la actriz Mila Kunis. “Empiezas a navegar por encima de tus problemas en vez de vivir debajo de ellos”, agregó.
El capítulo se estrenara este mes en el canal National Geographic.
Días atrás, fue el actor Brad Pitt quien dio a conocer en diálogo con la revista GQ que cree que sufre de prosopagnosia o ceguera facial, un raro trastorno que se caracteriza por la incapacidad de reconocer el rostro de las personas.
El ganador del Oscar por “Érase una vez en Hollywood” dijo a la citada publicación que tiene dificultades para reconocer a las personas y le preocupa que su trastorno haya llevado a que las personas lo vean como “distante, inaccesible”.
“¡Nadie me cree!”, dijo al recordar que esto también es un obstáculo en entornos sociales, sobre todo en fiestas.
Los síntomas de los que el actor habla coinciden con la enfermedad neurológica llamada prosopagnosia, también conocida como “la ceguera de rostros”. Esta es una forma de agnosia (incapacidad de procesar información sensorial) visual.
Este trastorno se caracteriza por la incapacidad de reconocer caras, ya sea de familiares e, incluso, el rostro de uno mismo. Su singularidad es que la persona que lo padece puede distinguir entre las diferentes partes que forman un rostro. Es decir, puede ver los ojos, la boca, la nariz y las piezas que unen una cara, sin embargo, no puede juntar esta información y crear la imagen de un semblante.
Alguien con este padecimiento se puede mirar en el espejo y no darse cuenta de que se está observando así mismo, o al ver una fotografía, ya sea vieja o reciente, tampoco tendrá la capacidad de reconocerse.