El incendio forestal McKinney que comenzó en el norte de California a finales de la semana pasada ha dejado este martes dos muertos más, elevando las víctimas mortales a cuatro en el incendio más grande del estado en lo que va de 2022 que ha estado alimentado por vientos de más 80 kilómetros por hora.
Desde que comenzaron los incendios en California, Estados Unidos, hace cuatro días, al menos cuatro personas han perdido la vida.
Dos cuerpos más fueron encontrados dentro de la zona quemada. Los equipos de búsqueda los descubrieron el lunes 1 de agosto en residencias separadas a lo largo de la Ruta Estatal 96, uno de los únicos caminos dentro y fuera de la región remota cerca de la línea estatal con Oregón, dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Siskiyou en un comunicado.
También fueron encontrados dos cuerpos el domingo dentro de un vehículo carbonizado en la calzada de una casa cerca de la pequeña comunidad no incorporada del río Klamath, que sufrió grandes daños en el incendio McKinney que este fin de semana fue avivado por vientos que soplaban a 80 kilómetros por hora.
También fueron encontrados dos cuerpos el domingo dentro de un vehículo carbonizado en la calzada de una casa cerca de la pequeña comunidad no incorporada del río Klamath, que sufrió grandes daños en el incendio McKinney que este fin de semana fue avivado por vientos que soplaban a 80 kilómetros por hora.
Más de 100 casas y otros edificios se han quemado en este incendio desde que estalló el viernes pasado. Aunque la lluvia mitigó la propagación del fuego, el incendio permaneció fuera de control, dijeron las autoridades.
El incendio forestal del norte de California ha quemado casi 228 kilómetros cuadrados y es el más grande de varios incendios forestales en el Bosque Nacional de Klamath.
El Gobierno de California informó mediante su cuenta en Twitter que se han desplegado 642 bomberos y 160 vehículos para hacer frente a las llamas del incendio McKinney en el condado de Siskiyou.
Otros focos de llamas que siguen sin controlar
Un incendio menor cerca de la pequeña comunidad de Happy Camp obligó a evacuaciones y cierres de carreteras. Otros incendios están haciendo estragos en el oeste de Estados Unidos, amenazando a miles de hogares.
En el noroeste de Montana, un incendio que comenzó el viernes cerca de la ciudad de Elmo en la Reserva india Flathead ha quemado algunas estructuras, pero las autoridades dijeron que no sabían de inmediato si había casas.
El incendio se extendió por 66 kilómetros cuadrados el martes, con un 10% de contención, anunciaron los bomberos. Algunos residentes se vieron obligados a huir el lunes debido a las ráfagas de viento de la tarde.
Otro foco de llamas es en Idaho donde se han quemado más de 220 kilómetros cuadrados en el Bosque Nacional Salmon-Challis, mientras que amenaza las viviendas, las operaciones mineras y de pesca cerca de la ciudad de Salmon. Un 23% de las llamas fueron contenidas este martes, según el Centro Nacional de Coordinación Interinstitucional.
Y un incendio forestal en el noroeste de Nebraska provocó evacuaciones y destruyó varias casas cerca de la pequeña ciudad de Gering. El incendio de Carter Canyon comenzó el sábado como dos incendios separados que se fusionaron. Estaba contenido en más del 30% para este martes.
Número de incendios en California y resto de EE. UU. en lo que va de 2022
En lo que va del año, los bomberos de California han respondido a 4.927 incendios que han arrasado casi 60.000 hectáreas de bosques y pastizales.
Por su parte, en todo el territorio estadounidense se han registrado 60 incendios mayores que han quemado 651.460 hectáreas en todo el país, y «hay más de 9.000 bomberos y equipos de apoyo asignados a incidentes en todo el país», informó el Centro Nacional de Incendios (NIFC, por sus siglas en inglés).
NIFC agregó que desde enero ha habido en Estados Unidos 39.337 incendios forestales que han arrasado 2,32 millones de hectáreas. Los rayos iniciaron 3.540 de esos fuegos y otros 37.797 incendios han sido causados por personas.
Los científicos han dicho que el cambio climático ha hecho a Occidente más cálido y seco en las últimas tres décadas y continuará haciendo que el clima sea más extremo y los incendios forestales más frecuentes y destructivos.