Los seleccionados de bádminton Fátima Centeno, Daniela Hernández, Uriel Canjura y Javier Alas arribaron este jueves al país después de su participación en los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022 y tuvieron un emotivo recibimiento por parte de sus familiares.
«Orgullo salvadoreño» fue la frase destacada en el cartel con el que los familiares y miembros de la Federación Salvadoreña de Bádminton (Fesbad) recibieron a los atletas en el Aeropuerto San Óscar Arnulfo Romero.
Fue un reencuentro en el que hubo efusivos abrazos y hasta lágrimas de felicidad.
«El recibimiento fue bueno y las personas que estaban en el aeropuerto también se unieron y se sintió el calor de las personas de El Salvador», comentó Uriel Canjura.
Uriel se colgó la medalla de oro individual, al superar en la final por 21-9 y 21-10 al colombiano Miguel Quirama y aportó la tercera presea dorada para El Salvador en Valledupar.
«Fue una medalla muy trabajada, muy dura por lo que llevaba mucho tiempo entrenando y al fin el entreno da sus frutos. Fue un sueño hecho realidad y estoy muy agradecido con las personas que han venido hoy», enfatizó Canjura, atleta originario de Suchitoto.
El bádminton salvadoreño ganó un oro, una plata y dos bronces en los Juegos Bolivarianos.
A Fátima también le ganó la emoción al abrazarse con su madre Morena Fuentes de Centeno y su hermano Manuel Centeno.
«Pueden ser siete días o menos, pero siempre se siente bien volver a ver a nuestra familia y celebrar con ellos las medallas», expresó Fátima.
«Estoy muy feliz de tenerla aquí y estamos viendo lo que ha logrado con su sacrificio y disciplina en este bonito deporte», dijo Morena de Centeno, madre de la atleta.
Fátima y Javier Alas se quedaron con la medalla de plata en dobles mixto y Centeno también obtuvo un bronce en dobles masculino junto a Daniela Hernández.
«Fue muy emocionante y estoy feliz de aportar una medalla de plata y otra de bronce al país en mis primeros Juegos Bolivarianos. Agradecimientos a todas las personas que están detrás de nosotros, porque nosotros somos la cara de la medalla pero detrás hay muchas personas «, valoró Fátima.
En el caso de Daniela Hernández fue recibida por su madre Aura Celina Cativo, su abuela Ana Lidia Rivas y su tía Verónica Cativo.
«Me siento muy feliz, tenía dos semanas de no ver a mi mamá y es una felicidad enorme volverme a encontrar con mi familia. Es la primera vez que ganó una medalla importante y pude contribuir positivamente al país», expresó Daniela.
Por si parte Javier Alas tampoco pudo ocultar su emoción de volver a ver a su madre Anabel Alas y su hermano Fernando José.
«Estamos muy contentos y es muy bonito ser recibidos así, nos deja muy contentos poder aportar medallas al país», dijo Javier.