La tragedia ocurrida este viernes en el intento de cruce de cientos de emigrantes a la ciudad española de Melilla sigue sumando muertos. Ya son 23, según la cifra oficial, que las asociaciones elevan a 37 en medio de críticas a la actuación policial marroquí y la exigencia de una investigación. Las autoridades marroquíes afirman que las muertes se produjeron tras una «estampida» contra la valla.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, hizo referencia este domingo a la cuestión en la cumbre del G7 en Elmau y ofreció sus condolencias a las víctimas. «Apoyamos totalmente los esfuerzos de España y otros países en primera línea para proteger las fronteras de la Unión Europea», señaló Michel. «Sabemos que la migración es un reto difícil para todos. Expreso mi apoyo a las autoridades españolas. Entiendo muy bien que en el ámbito de la migración a veces afrontamos situaciones extraordinarias», indicó.
Unos dos mil migrantes subsaharianos trataron de cruzar la frontera en el intento más numeroso y violento que recuerdan los vecinos de la localidad marroquí fronteriza de Nador. Las autoridades de esta ciudad marroquí elevaron anoche el número de víctimas mortales a 23, afirmando que durante la tarde murieron cinco personas más en el hospital, pero las organizaciones de protección de los migrantes sostienen que son 27, según la cifra dada por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y hasta 37, de acuerdo con la ONG española Caminando Fronteras.
La actuación de los agentes del país magrebí, que dispusieron un amplio dispositivo para frenar a los emigrantes y actuaron con gas, pelotas de goma, porras y piedras lanzadas con hondas, centra la polémica en España después de los vídeos que circulan del día de la tragedia. Los más criticados muestran escenas de los policías custodiando a decenas de emigrantes, aparentemente heridos o muertos, en el paso fronterizo del Barrio Chino de Nador que consiguieron flanquear 133 personas hasta llegar a España.
Diez asociaciones marroquíes y españolas, así como el partido Podemos que forma parte del Gobierno español, criticaron duramente las imágenes y pidieron una investigación por parte de Marruecos, mientras el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió en todo momento la actuación del país vecino. Mientras tanto, España presiona para que la OTAN preste más atención a las amenazas a la seguridad en su flanco sur en la cumbre que la alianza militar mantendrá esta semana en Madrid.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, está intentando que la Alianza amplíe su radio para afrontar amenazas no militares como «el uso político de la inmigración irregular» o «el chantaje energético», explicó en una conferencia de prensa en Madrid. Este es el primer asalto a la valla que se produce desde que España diera un vuelco en marzo a su política sobre el Sáhara Occidental, la causa nacional marroquí, apoyando la propuesta de autonomía sobre el territorio de Marruecos.
Cuando los animales emigran para buscar mejor comida no enfrentan a otro grupo de animales que se los impida. Noticia sólo los humanos.