Debido a sus problemas de movilidad, la soberana no hizo el saludo a los regimientos británicos durante el «Trooping the Colour», en el patio de armas de Horse Parade, la sede de la guardia de caballería, pero sí mantuvo el tradicional saludo en el palacio, que hoy despliega un enorme estandarte real.
La reina, con un vestido azul celeste, pamela a juego y bastón en mano, salió al balcón junto a su primo el duque de Kent para saludar a los regimientos que desfilaron frente al balcón.
Saludada con aclamaciones
Nada más aparecer en el balcón, se pudieron escuchar los gritos de miles de personas que ocuparon la gran avenida «The Mall», que une el palacio con Whitehall, la zona gubernamental del país.
Han sido pocas las ocasiones en que la reina Isabel II ha sido vista en público en el último año debido a sus problemas para andar, que hace con la ayuda de un bastón. Al desfile acudieron otros miembros de la familia real, el primer ministro británico, Boris Johnson, y su esposa, Carrie Johnson, así como invitados especiales.
Meghan Markle y Harry reaparecieron en Buckingham pero no estuvieron en el balcón con la Reina Isabel II
Meghan Markle y Harry reaparecieron en Buckingham pero no estuvieron en el balcón con la Reina Isabel II. Los duques de Sussex no subieron a saludar a la multitud, como si lo hizo el resto de la familia real británica.
El jubileo se conmemora con un fin de semana festivo de cuatro días. Comenzó este jueves con impresionantes desfiles e incluye un servicio de acción de gracias el viernes en la Catedral de St. Paul en Londres, un concierto en el Palacio de Buckingham el sábado y un desfile organizado por miles de artistas de escuelas y grupos comunitarios de todo el país el domingo por la tarde.
Harry y Meghan han viajado desde su casa en California para participar en las celebraciones, aunque no se los vio en el balcón. La decisión que tomaron de mudarse a Estados Unidos, en busca de privacidad e independencia económica, causó conmoción en la familia real. Pero se vio agravada por las críticas públicas de la pareja, incluso en una entrevista televisiva en la que acusaron de racismo a un alto miembro de la realeza no identificado.
La pareja sí está en el Palacio. Se los vio en el interior, conversando con otros miembros de la realeza y sonrientes, pero sin trajes de gala ni uniformes militares.
Ambos miraron el desfile desde el despacho del general de división con vistas al patio de armas de Whitehall.
Esto a diferencia del príncipe Andrew, quien no ha sido visto en el lugar y ha sido despojado de sus títulos tras los escándalos por la acusación de abuso sexual.
Se espera que el duque y la duquesa de Sussex asistan a un servicio religioso del viernes en la catedral como parte de las celebraciones, en el que sería el primer momento oficial en el que la pareja se una a las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina. E incluso, según adelantó su biógrafo Omid Scobie, podrían hacer una “aparición sorpresa” el 5 de junio, cuando la reina podría salir al balcón nuevamente junto a miembros de la familia.
La reina salió dos veces al balcón del Palacio de Buckingham. Por su parte, se espera que el príncipe Carlos juegue un papel clave en las celebraciones, por ejemplo al recibir el saludo de los soldados en nombre de su madre. Isabel ha tenido problemas de movilidad últimamente, y su equipo ha tenido cuidado de facilitarle todo lo posible las cosas.
La esposa del príncipe Carlos, Camila, y otros miembros de la familia llegaron en carruajes para observar el desfile desde un edificio con vistas al recinto.
Isabel, de 96 años, es la monarca británica que más tiempo ha reinado y la primera en alcanzar el hito de siete décadas en el trono. El jubileo da a mucha gente -incluso a los que ven la monarquía con indiferencia- la ocasión de reflexionar sobre el estado de la nación y los enormes cambios producidos durante su reinado.
El Desfile del Estandarte, que abría los actos oficiales, es una tradición anual que recuerda cómo se mostraban estandartes a los soldados para asegurarse de que reconocían hitos importantes si se desorientaban en combate.