El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se declaró «no culpable» este martes ante un tribunal de Nueva York que lo juzga por narcotráfico, el mismo día en que su exjefe de policía también era extraditado a Estados Unidos.
Al ser preguntado por el juez, Hernández, de 53 años, se declaró en español «no culpable» de los cargos, pasibles de cadena perpetua. La fiscalía tiene ahora 60 días para preparar las pruebas y la defensa un plazo similar para analizarlas.
La próxima audiencia está prevista el 28 de septiembre y en la misma se definirá la fecha del juicio, que previsiblemente se iniciará a principios del año próximo con la constitución del jurado que con su fallo sellará el futuro del exmandatario.
Vestido con pantalón y blusa azul marino de manga corta y por debajo camiseta y zapatillas color naranja, el color de los presos en las cárceles estadounidenses, Hernández, que fue extraditado a Estados Unidos el pasado 21 de abril, parecía relajado. Al entrar a la sala de la audiencia, se dirigió al numeroso público e hizo un breve saludo llevándose la mano al corazón.
Ello no evitó que al término de su comparecencia oyera improperios del público que lo llamaron «Rata», «Asesino», «¡A arrepentirse, Juan Orlando!».
«Incomunicado»
Su abogado Raymond Colon se quejó ante el juez por las condiciones de detención de su defendido, del que dijo, está «incomunicado».
Según el abogado, solo ha podido visitar a su cliente en dos ocasiones en los 20 días que lleva detenido el expresidente hondureño, quien no puede «hacer llamadas a su familia ni acceder al correo electrónico, ni hacer ejercicio físico».
Condiciones que el abogado comparó con las de un «prisionero de guerra» o «un terrorista» o alguien que haya «matado a alguien», a lo que algunas personas del público reaccionaron con una carcajada.
El juez prometió que pediría a las autoridades del gobierno que contacte al personal del centro de detención para tener una explicación por las condiciones de cautiverio denunciadas por el letrado.
«No puedo imaginar por qué no podría llamar a la familia, tener acceso al correo electrónico o a los abogados», sostuvo el juez Kevin Castel, el mismo que presidió el juicio que enviara a su hermano Juan Antonio «Tony» Hernández tras las rejas en Estados Unidos por el resto de sus días.
Por el momento, JOH, como es conocido en Honduras, seguirá detenido. La defensa anunció posteriormente a la prensa que está tratando de encontrar los avales para presentar una fianza «de varios millones» para que el expresidente, que entregó el mando a su sucesora, la izquierdista Xiomara Castro, el pasado 27 de enero, pueda aguardar el juicio en libertad.
JOH está acusado de recibir «millones de dólares» de cárteles de la droga, entre ellos del narcotraficante mexicano Joaquín «Chapo» Guzmán, también condenado a cadena perpetua en Estados Unidos y de crear un «narcoestado» durante su presidencia (2014-2022).
Este mismo martes fue extraditado el exjefe de la Policí
Hasta el criminal más peligroso dice que es inocente.