El Salvador implementa por primera vez un programa de Educación Prenatal, gracias a la visión del Gobierno del Presidente Nayib Bukele y del compromiso de la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele, quien impulsa el desarrollo integral de la niñez en el país, procurando cuidados y atención de calidad desde el nacimiento.
Es así como la Ley Nacer con Cariño, una iniciativa de la Primera Dama, está transformando la atención que las madres y los recién nacidos reciben en los centros de salud públicos, siendo uno de los pilares principales la capacitación de los profesionales de la salud, la cual el Gobierno inició desde noviembre de 2021.
“Por primera vez, nuestro país tiene un programa de Educación Prenatal, pero, para lograr eso, necesitábamos educadores especializados para que acompañaran el proceso de preparación del embarazo, parto, posparto y los cuidados de un recién nacido”, aseguró la Primera Dama.
El programa de Educación Prenatal está diseñado para la futura mamá y para su acompañante. El propósito es preparar, orientar y guiar en el proceso de embarazo, parto, posparto y cuidados del recién nacido a la futura mamá y su familia y, como parte de este proceso, la madre debe escoger al acompañante, quien puede ser: el papá del bebé, su mamá, su abuela, otro familiar o, incluso, su mejor amiga.
La Primera Dama explicó que la educación prenatal inicia desde que la mamá llega a su primer control en el establecimiento de salud más cercano, donde deberá inscribirse y los educadores prenatales darán seguimiento para que finalice las nueve sesiones. Si el control se lleva en un centro privado, tienen que acercarse a la unidad de salud más cercana para inscribirse.
“La Ley Nacer con Cariño aplica para el sector público y para el privado. La educación prenatal es un derecho y un deber para la futura mamá y su acompañante asistir y participar en el programa”, afirmó Gabriela de Bukele.
El desarrollo integral de la niñez y la educación prenatal son deudas históricas que el Gobierno está saldando con la población, lo que posiciona al país a escala internacional en cuanto a los esfuerzos por transformar la realidad de los salvadoreños y de las futuras generaciones.