Aunque algo tarde en la temporada, el tridente del PSG apareció en todo su esplendor. Por la fecha 30 de la Ligue 1, el elenco parisino le ganó 5-1 al Lorient, con dos goles de Mbappé (más tres asistencias), dos de Neymar y uno de Lionel Messi. Fue el primer encuentro en el que las tres estrellas coincidieron en la red. Y, tal vez, el que m,ayor fluidez mostraron como socios, sobre todo en el primer tiempo, o luego del descuento de la visita.
El duelo de casa salió al campo de juego con una postura que no dejó dudas: apostó a dominar y no permitir sorpresas por parte de su rival, en un contexto extraño en las tribunas, dado que los ultras, luego de la protesta con silbidos frente al Bordeaux, optó esta vez por el silencio para seguir reclamando tras la eliminación en la Champions.
Contra un Lorient que jugó a esperar y salir de contra, el PSG fue amo y señor del inicio del encuentroy Y las llegadas aparecieron naturalmente. A los 3 minutos se filtró Mbappé, definió cruzado y tapó el arquero. A los 6, Danilo Pereira ganó en las alturas y su cabezazo se marchó desviado. Y a los 12 el marcador se rompió: Paredes profundizó, Messi tocó para Mbappé, el francés se encontró con Neymar, y el brasileño no perdonó. El tridente volvió a mostrar cuánto daño puede hacer si se combina.
Las acciones en el área del Lorient siguieron como en cascada, mientras que el visitante sólo inquietó con una corrida que Nuno Mendes neutralizó. A los 28′, Mbappé amplió la ventaja tras un enganche y un remate seco. Y recibió la única gran ovación hasta el momento.
El partido de Messi resultó interesante. Activo, eje de los ataques, incluso contó con dos chances: una asistencia llovida de Neymar, que conectó de primera y su intento pasó por encima del travesaño, y un toque al medio del ex Santos que la Pulga remató ancho.
Pero el PSG se desinfló en el complemento. Por actitud, empuje, y por la falta de ese primer pase de Paredes, quien salió lesionado (ingresó Wijnaldum en su lugar). Encima, el Lorient llegó al descuento a los 11 minutos del complemento, tras un nuevo blooper: no se entendieron Marquinhos y Donnarumma, y Terem Moffi aprovechó la desconcentración.
El 1-2 despertó otra vez los murmullos y la visita ensayó una especie de “efecto Real Madrid”, con un par de contras de alto riesgo. Hasta que a los 22 minutos del ST salió al rescate una vez más Mbappé: recibió de Hakimi, que facturó una presión alta, y no falló.
Y ya sin la tensión por el resultado en peligro, los parisinos volvieron a soltarse. A los 28′, transformaron la victoria en goleada. Mbappé desbordó por la izquierda, soltó el centro atrás, y Messi detonó el arco para enterrar la racha de siete partidos sin goles con la casaca francesa.
El show culminó con otra perla de las estrellas. La acción comenzo con caño de Ney, derivó en asistencia de Kylian, y el brasileño le colocó la guinda al postre. Así, el PSG sostuvo los 12 puntos de ventaja sobre el Olympique de Marsella, con ocho fechas por disputarse. Pero, sobre todo, probó que el tridente, en su plenitud física, puede romper cualquier defensa. Y hasta la resistencia de los ultras enojados por la caída en la Champions, que mantiene la herida abierta en los habitantes de las tribunas.