Cinco meses después de que diera a conocer que había quedado “brutalmente desfigurada” a consecuencia de un tratamiento médico estético que le dejó devastadoras secuelas físicas y psíquicas, Linda Evangelista posó por primera vez en una sesión de fotos para la revista People y habló del calvario que vive desde hace más de cinco años.
“Me encantaba desfilar, estar en la pasarela, y ahora me da miedo cruzarme con algún conocido. Ya no puedo vivir así, escondida y avergonzada. No podía vivir con este dolor por más tiempo. Estoy decidida a hablar”, declaró Evangelista a la publicación.
“La pesadilla de mi procedimiento cosmético”, titula la publicación el extenso reportaje.
En la entrevista, la top model de los ‘90 explicó que a los tres meses de empezar un tratamiento de criolipólisis, que enfría la grasa para eliminarla, notó que se formaban bultos en la barbilla, los muslos y el pecho, las zonas que le habían tratado. Con el tiempo, los bultos se endurecieron y las áreas sufrieron una pérdida de sensibilidad total.
“Pensé que estaba haciendo algo mal e intenté arreglarlo dejando de comer. Me estaba volviendo loca”, relató. En junio de 2016 acudió a su médico. Fue en ese momento cuando le diagnosticaron hiperplasia adiposa paradójica, PAH en sus siglas en inglés, que provoca que el área tratada se vuelva más grande en las semanas posteriores al procedimiento y deje una “masa indolora, visiblemente agrandada, firme y bien delimitada” bajo la piel.
Evangelista explicó que después de conocer su diagnóstico, la compañía responsable del tratamiento le ofreció realizarle una liposucción para “reparar” el daño causado. No fue hasta la noche antes de la operación que le informaron que antes de ingresar al quirófano debía firmar un acuerdo de confidencialidad a lo que Evangelista se negó.
La modelo canadiense, de 56 años, se sometió a una liposucción de cuerpo completo que, según afirmó, pagó de su propio bolsillo en junio de 2016. Un año después, en julio de 2017, se sometió a otra. Sin embargo, los bultos no tardaron en reaparecer.
“Los bultos son protuberancias. Y son duros. Si camino sin faja con un vestido, tendré rozaduras hasta el punto de casi sangrar”, explicó. Su postura también se ha visto afectada por el bulto que sobresale de sus axilas. “Ya no puedo poner los brazos al costado de mi cuerpo. No creo que ningún diseñador quiera vestir a alguien con eso”, señaló la modelo.
“No me miro al espejo. No soy yo”, confesó la mujer que alguna vez reinó las pasarelas más importantes del mundo y fue la musa de íconos de la moda.
“¿Por qué sentimos la necesidad de hacer estas cosas a nuestros cuerpos? Siempre supe que envejecería. Y sé que hay cosas por las que pasa un cuerpo. Pero simplemente no pensé que me vería así”, dijo, y agregó que ha perdido su identidad: “Yo no me reconozco físicamente, pero tampoco me reconozco como persona”.
“Linda Evangelista, la supermodelo ha desaparecido”, dijo.
Fue en septiembre pasado cuando hizo público, con un largo texto en su perfil de Instagram, por qué había desaparecido de la escena pública y no había vuelto a las pasarelas.
“A todos mis seguidores, que se han preguntado por qué no he trabajado mientras que las carreras de mis colegas han ido en ascenso. He sido brutalmente desfigurada por el procedimiento CoolSculpting de Zeltiq, que hizo lo opuesto a lo que había prometido”, explicó en su publicación. “Aumentó mis células grasas en vez de disminuirlas y me ha dejado permanentemente deformada incluso tras someterme a dos dolorosas cirugías correctoras, sin éxito. Me han dejado, como ha descrito la prensa, ‘irreconocible’”, añadió.
Y afirmó que las secuelas físicas que le quedaron no solo habían destruido su medio de vida, sino que además la llevaron a una profunda depresión. “Estoy en un ciclo de onda tristeza, y en las más bajas profundidades del autodesprecio. Me he convertido en una ermitaña”.
“Intento librarme de mi vergüenza y hacer pública mi historia. Estoy tan cansada de vivir de esta forma. Me gustaría salir por la puerta de mi casa con la cabeza bien alta, a pesar de que ya no me parezco a mí misma”, expresó en su publicación.
La ex modelo recibió todo tipo de muestras de cariño tras dar a conocer su historia.
Su colega Naomi Campbell le escribió: “Te aplaudo por tu valentía y tu fuerza. Por compartir tu experiencia y no seguir siendo una rehén. No me puedo imaginar el dolor mental que has debido pasar estos cinco años. Ya eres libre. Recuerda quién eres y lo que has logrado y tu influencia en las vidas de todos a los que has tocado, algo que sigues haciendo al compartir tu historia. Estoy orgullosa de ti y te apoyo en cada paso que das”.
Evangelista demandó a Zeltiq Aesthetics Inc, la empresa matriz de CoolSculpting, por 50 millones de dólares en daños y perjuicios ya que no ha podido volver a trabajar, a diferencia de sus compañeras de generación, como Naomi Campbell, Cindy Crawford o Claudia Schiffer, que siguen subiéndose a la pasare