Australia incluyó este viernes a los koalas, a lo largo de gran parte de su costa este, como una especie en peligro de extinción, después de que los hábitats de este marsupial nativo resultaran afectados por una sequía prolongada, incendios forestales y la tala de árboles.
Científicos y académicos han estado advirtiendo que el icónico mamífero de Australia podría extinguirse, a menos que el Gobierno intervenga de inmediato para proteger a los koalas y a su hábitat.
«Esta inclusión destaca los desafíos que enfrenta la especie», dijo la ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, en un comunicado. «Juntos podemos asegurar un futuro saludable para los koalas y esta decisión… tendrá un papel clave en ese proceso».
Ley dijo que los koalas en los estados de Nueva Gales del Sur y Queensland, y en el territorio de la capital australiana, se considerarán ahora en peligro de extinción. Lo que contrasta con su designación anterior de vulnerables.
La pronunciada disminución de koalas
Australia ha perdido alrededor del 30% de sus koalas en los últimos tres años, señaló la Fundación Australiana del Koala el año pasado. Y se estima que el número se redujo de más de 80.000, en 2018, a menos de 58.000. La peor disminución fue en Nueva Gales del Sur, donde las cifras cayeron en un 41%.
Un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza estimó que los incendios forestales a finales de 2019 y principios de 2020 mataron o hirieron a más de 60.000 koalas, mientras las llamas quemaron más de 17 millones de hectáreas, un área de casi la mitad del tamaño de Alemania.
Pero incluso antes de los incendios, los hábitats de los koalas habían disminuido rápidamente debido a la limpieza de tierras para agricultura, desarrollo urbano, la minería y la silvicultura. Los koalas habitan principalmente en bosques de eucaliptos en los estados del este y en las franjas costeras.
Los grupos ambientalistas aplaudieron la decisión, aunque dijeron que debería haber ocurrido mucho antes.
«Nunca deberíamos haber permitido que las cosas llegaran al punto en el que corremos el riesgo de perder un ícono nacional», dijo el gerente del Fondo Internacional para el Bienestar Animal, Josey Sharrad.
«Si no podemos proteger una especie icónica endémica de Australia, ¿qué posibilidades tienen las especies menos conocidas, pero no menos importantes?»