Era el gran nombre de la NBA en unas últimas 24 horas eternas para él. Klay Thompson llevaba 941 días esperando salir de su particular infierno y los minutos anteriores a saltar al Chase Center de San Francisco apenas podía contener la tensión de volver a sentirse jugador de baloncesto. Dos años y medio después de romperse el cruzado y el aquiles, el escolta regresaba a las canchas y lo hacía a lo grande, con victoria de sus Golden State Warriors (96-82) ante los Cleveland Cavaliers y con unas sensaciones a nivel personal como si nada de todo lo vivido hubiera pasado en realidad.
Una pesadilla de la que Thompson por fin pudo despertar para demostrar que sigue teniendo mucho baloncesto en sus manos, siempre y cuando su físico se lo permita. Steve Kerr, técnico de los Warriors, sabía que no podía mantener más a Thompson sentado y decidió darle la titularidad en su primer partido. Y el tres veces campeón de la NBA no defraudó. Klay salió sin miedo desde el inicio como demostró con un mate a una mano, con la que levantó -aún más- a las gradas de un recinto entregado.
Thompson terminó el choque con 17 puntos tras anotar siete de 18 en tiros de campo y tres de ocho desde el triple. Además añadió tres rebotes, un tapón y una asistencia en 20 minutos de juego, demostrando que sigue teniendo el punto de mira afinado. «Ha sido una noche totalmente inolvidable», aseguraba el escolta que añade todavía más potencia de fuego a unos Warriors que se mantienen en lo más alto de la Conferencia Oeste (30-9) en una dura pugna con los Phoenix Suns.
Stephen Curry volvió a ser el mejor en el equipo de San Francisco y sonrió de nuevo tras recuperar a su «hermano» en la cancha. El base terminó con 29 puntos tras anotar 10 de 21 en tiros de campo. Además capturó cinco rebotes y repartió cinco asistencias en una noche en la que también brilló Jordan Poole (14) y Kevon Looney, que fue el rey de los tableros con 18 capturas bajo los aros.
Lamar Stevens fue el mejor de los Cavaliers con 17 puntos y cuatro rebotes, mientras que Rajon Rondo empieza a mostrar lo que puede aportar al equipo de Ohio con 15 tantos y cinco asistencias. Sin embargo la franquicia de Cleveland no quiso aguar la fiesta de los ‘Splash Brothers’ y de un Klay Thompson que ha vuelto a lo grande tras más de dos años de infierno.