Estudiar nutrición o fisioterapia deportiva en la universidad es una de las decisiones que tendrá que tomar el próximo año la medallista de bronce del Mundial de Patinaje de Velocidad y de los I Juegos Panamericanos Junior, Ivonne Nóchez, quien a sus 17 años de edad, ya se visualiza como una profesional.
La galardonada con la Espiga Dorada como Estrella Deportiva de 2021, cursa segundo año de bachillerato en el Colegio Especializado en Atletas de Alta Competencia en El Salvador, de la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA) y al finalizar su educación media espera continuar con sus estudios superiores, en una universidad fuera del país.
Para Nóchez, este año ha sido de muchas alegrías y satisfacciones en resultados deportivos, que han valido la pena por los sacrificios personales y familiares que la llevaron a pasar cumpleaños, entre otras festividades, lejos de casa.
“Ha sido un período desde finales de 2020 hasta 2021, en el que he extrañado a mi familia, pero la experiencia en todo este recorrido que he tenido en Colombia desde junio, ha sido espectacular. La verdad es que haberme entrenado y preparado para el Mundial y Cali, fue clave para poder ganar las medallas. Foguearse en Colombia no es fácil, casi todos son campeones del mundo, por eso fue una experiencia diferente”, expresó Ivonne.
Pero los logros de la atleta originaria de Soyapango no culminaron en Colombia, ya que recientemente participó en el Campeonato Centroamericano de Patinaje de Velocidad, que se desarrolló en el país.
En esa competencia, la velocista ganó cuatro medallas de oro, en las pruebas de 200 metros meta contra meta, 500 metros más distancia, 100 metros carril y vuelta al circuito, resultado que conllevó mucho trabajo, aseguró Nóchez.
“Para alcanzar estos resultados, mi día comenzaba a las 5 a.m. haciendo bicicleta los martes y domingo, lunes hacíamos patines y gimnasio, miércoles y viernes más gimnasio, en donde al principio levantaba 90 kg, ahora levanto 110 kg, lo que me ha permitido mejorar la fuerza, velocidad y la salida”, explicó Nóchez.
Convertirse en la atleta más destacada del patinaje salvadoreño no llegó de la noche a la mañana, aseguró su madre, Dafne Gallardo, quien cuenta cómo fueron los inicios de su hija en el patinaje de carrera, allá por 2013.
“La primera vez que nos la pidieron para una competencia en carrera, nosotros vimos lo complicado que iba ser llevarla a El Polvorín, ya que ella entrenaba en Fusalmo (Soyapango), esa vez dijimos que no, porque no nos sentíamos capaces de esas rutinas. Pero en una competencia que se desarrolló en el (Complejo) Don Bosco, nos dijo la gerente de la federación (Lérida Colato), otra vez, que le veía futuro, que ella ya había dado todo en escuela y que quería que fuera profesional. Ahí comenzó todo”, aseguró Gallardo.
Con la decisión tomada y dispuestos a apoyar a la menor de los Nóchez Gallardo, la rutina de entrenos se salió de las manos de los padres (Carlos y Dafne), debido a que ambos trabajan, por lo que la abuela de Ivonne, doña Marta Gallardo, se encargó de trasladarla al Patinódromo Nacional por un tiempo.
“Al principio nos costó, no nos adaptábamos, pero nos ayuda mucho mi madre, ya que en esa época no teníamos vehículo y nosotros trabajamos, ella madrugaba y la llevaba a El Polvorín. En ese entonces solo entrenaba pista y tenía que estar a las 6:00 a..m. o las 7:00 a.m. hace casi 12 años de carrera deportiva (sonríe)”, contó la madre de Ivonne.
Las primeras medallas que Saraí (como le llama su mamá) ganó en un evento internacional, fueron en el Campeonato Centroamericano de Patinaje de Velocidad 2013, organizado en el país, recuerda la atleta.
“A los 9 años era pequeña y no veía lo que lograría en el futuro. Mis papás estaban ahí porque ese Centroamericano que fue acá, todos se sorprendieron porque acababa de iniciar en carrera, tenía apenas tres meses de haber comenzado a competir, fue muy bonito”, expresó la medallista.
Con el pasar de los años, la rutina era la misma, pero el sacrificio ya no solo era de los padres, debido a que el atleta convirtió las instalaciones de la federación en su segundo hogar.
“Antes de irme a Colombia, mi papá me llevaba temprano a la federación, en la mañana hacíamos bicicleta y patinaba, a veces hacíamos patinaje por la tarde. Me tocaba quedarme en la federación todo el día, recibía las clases en línea, porque no me podía ir a traer temprano, ya que mis papás trabajan”, expresó Nóchez.
Pero este recorrido no lo ha hecho completamente sola, pues su hermano Luis Nóchez, de 19 años de edad y quien pertenece a selección mayor, también practica patinaje y ha formado parte de su desarrollo.
«Lo bueno es que los dos somos velocistas y cuando yo estaba entrenando en El Salvador, él me ayudaba haciendo aceleraciones, la verdad nos llevábamos muy bien, entrenamos juntos cuando se puede», aseguró la atleta.
Otro de los miembros que se involucró en el desarrollo de Ivonne, fue su tía, Isis Gallardo, quien falleció en 2016, pero quien apoyaba a la atleta, y la recuerda con mucho cariño por sus atenciones que tuvo con ella como la celebración de su cumpleaños junto a sus compañeros de escuela.
«Le dediqué una medalla a mi tía Isis, en el año ella falleció, yo corrí y gané una plata en el Panamericano de transición, porque ella siempre me apoyó, llegaba a la pista a verme y apoyar a todos», manifestó Ivonne.
Nóchez, espera el próximo año participar en una gira por Europa y poder así continuar con su preparación de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.