Con Vicente Fernández en los últimos minutos de su vida, su hijo, Alejandro Fernández, dio su tercer concierto en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, y fue una especie de homenaje al «Charro de Huentitán».
A diferencia de sus dos primeros conciertos el «Potrillo» incluyó una buena cantidad de éxitos de Vicente Fernández para su público: «Por tu maldito amor», «Las llaves de mi alma», «Mujeres divinas», «Hermoso cariño», «Acá entre nos», «De qué manera te olvido», hicieron suspirar a los miles de asistentes.
En su segunda presentación, Alejandro Fernández había pedido al público una ovación para su padre y al borde del llanto admitió que la familia estaba pasando «un momento crítico».
Antes de presentarse en el coloso de Reforma, Alejandro Fernández visitó a su padre en el hospital y salió a toda prisa sin dar declaraciones.
A pesar de la gravedad de la situación, Alejandro Fernández se presentó ante su público y horas después se confirmó la muerte del incono de la música vernácula.
El astro de la música latinoamericana, falleció este domingo a los 81 años en la ciudad de Guadalajara, tras permanecer hospitalizado casi cinco meses por una caída en su rancho, informó la familia.
«Lamentamos comunicarles su deceso el día domingo 12 de diciembre a las 06H15 am (12H15 GMT)», escribió la familia en la cuenta oficial del ídolo en Instagram.
«Fue un honor y un gran orgullo compartir con todos una gran trayectoria de música y darlo todo por su público. Gracias por seguir aplaudiendo, gracias por seguir cantando», añade el mensaje.
La salud de «Chente», como se le conocía popularmente, había empeorado en los últimos días. El sábado, la familia dijo en un comunicado que su condición era «crítica», con problemas pulmonares agravados y que permanecía sedado en cuidados intensivos.
Nacido el 17 de febrero de 1940 en Huentitán el Alto (Jalisco), de padre ranchero y madre ama de casa, Fernández se hizo parte de la memoria colectiva mexicana con canciones como «Por tu maldito amor» y «Volver, volver».
