El Congreso de Estados Unidos aprobó este jueves un proyecto de ley de financiación provisional en una muestra inusual de unidad entre partidos para mantener las agencias federales en funcionamiento hasta 2022 y evitar un oneroso cierre del gobierno en plena temporada navideña.
Con el reloj marcando como fecha límite el viernes a las 11:59 de la noche, el Senado votó 69 contra 28 por extender el presupuesto actual hasta el 18 de febrero, una resolución que ya había aprobado la Cámara de Representantes.
La «resolución» evita que millones de trabajadores públicos sean enviados a casa sin recibir su sueldo en plena temporada de Navidad, debido a que parques, museos y otras propiedades y servicios federales se verían obligadas a cerrar.
«Me alegro de que, al final, prevalecieron las cabezas más frías: el gobierno permanecerá abierto», celebró el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
«Y agradezco a los miembros de esta cámara por acompañarnos cuando estábamos al borde de un cierre evitable, innecesario y costoso», añadió.
Los analistas del Congreso esperaban que la resolución tuviera un camino tortuoso en el Senado, donde un pequeño grupo de republicanos de línea dura amenazó con frenar la medida en protesta por las medidas impuestas por la Casa Blanca para frenar el avance del coronavirus.
Más temprano, la Cámara de Representantes de EE.UU., de mayoría demócrata, aprobó un proyecto de ley para evitar un cierre solo 48 horas antes de que se quede sin fondos.
La iniciativa fue aprobada con 221 votos a favor y 212 en contra. El único republicano que apoyó la medida fue el moderado Adam Kinzinger.
El proyecto de ley buscaba evitar el cierre de Gobierno y aumentar los fondos hasta el 18 de febrero, momento en el que demócratas y republicanos tendrán que llegar a otro acuerdo para evitar que la Administración se paralice.
Aprobación de otras medidas
Tras se aprobada por la Cámara Baja, la iniciativa pasó al Senado de EE.UU., donde un grupo de senadores republicanos liderado por Mike Lee de Utah habían amenazado con paralizar la Administración en protesta por las normas del presidente estadounidense, Joe Biden, para que las grandes empresas obliguen a sus empleados a vacunarse.