Este domingo una noticia conmocionó a la Fórmula 1 al conocerse el fallecimiento de Frank Williams, el fundador de una de las escuderías más emblemáticas de la Máxima y que ganó siete Campeonatos Mundiales de Conductores (1980, 1982, 1987, 1992, 1993, 1996, 1997) y nueve Constructores (1980, 1981, 1986, 1987, 1992, 1993, 1994, 1996, 1997). Además, logró 114 triunfos, 313 podios, 128 poles positions y 133 récords de vueltas.
El team británico marco al público argentino a principios de los años ochenta por la presencia de Carlos Alberto Reutemann, quien peleó hasta la última fecha la temporada de 1981 y perdió el título por apenas un punto.
El equipo, que fue el último que tuvo conducción familiar ya que su hija Claire estuvo a cargo, vendido a un grupo inversor en 2020. En el comunicado indicaron que Williams “falleció pacíficamente rodeado de su familia”.
En tanto que el el actual jefe del equipo, Jost Capito, expresó que “su fallecimiento marca el final de una era para nuestro equipo y para el deporte de la Fórmula 1. Fue único en su clase y un verdadero pionero. A pesar de la considerable adversidad en su vida, llevó a nuestro equipo a 16 Campeonatos del Mundo convirtiéndonos en uno de los equipos más exitosos en la historia”.
La F1 también lo despidió con una sentidas palabras en sus redes sociales: “Estamos llenos de la más inmensa y profunda tristeza por el fallecimiento de Sir Frank Williams. La suya fue una vida impulsada por la pasión por el automovilismo. Su legado es inconmensurable y siempre será parte de la F1.Conocerlo fue una inspiración y un privilegio. Será profundamente extrañado”.
Desde 2014 el equipo británico empezó con su caída presupuestaria y tuvo su punto más bajo entre 2018 y 2019 cuando empezó a hablarse de la posible venta del equipo, algo que en su momento fue negado por Claire Williams, la hija de Sir Frank Williams, que ese año dejó de asistir a las carreras.
La delicada situación de Williams no cambió de la noche a la mañana y su decadencia tuvo explicaciones. Aunque en mayo de 2020 en plena pandemia del COVID-19 que golpeó fuerte a las escuderías más poderosas, a las más débiles les dio un golpe de KO. Por eso en agosto del año pasado, sin ninguna alternativa, el histórico equipo se vendió al fondo de inversión estadounidense Dorilton Capital.
El segundo puesto conseguido este año por George Russell en Bélgica, que cortó una sequía de cuatro años sin subir al podio, fue un suspiro en una situación agobiante en lo económico y en la que sus nuevos dueños buscan salir adelante.
Pero Russell partirá a Mercedes en 2022 ya que tiene contrato con la escudería germana y reemplazará a Valtteri Bottas y será compañero de Lewis Hamilton. El lugar del inglés en Williams lo ocupará Alexander Albon que junto a Nicholas Latifi intentarán darle buenos resultados al equipo de Grove en una temporada donde cambiará de forma radical el reglamento técnico y los autos serán muy diferentes. Lo cierto es que este panorama es la antítesis de aquel equipo que supo dominar a la F1.