Otra edición del Derby de Manchester se hacía presente para esta campaña 21/22 de la Premier League. Old Trafford sería el escenario para recibir otra edición del siempre frenético choque entre Manchester United y Manchester City El Manchester United seguía en el ojo del huracán. Esto, luego de una seguidilla de resultados que seguían poniendo en duda la continuidad de Solskjaer al mando del equipo. El club llegaba luego de haber empatado ante el Atalanta a media semana por Champions, eso si, el equipo tenía matices de mejor. La prueba de fuego sería ante este Manchester City que llegaba en una inmejorable forma física.
El Manchester City por su parte, llegaba luego de haber goleado al Brujas por la Champions a media semana. Los de Pep llegaban en la constante lucha por sacar al Chelsea de la punta de la Premier. La gesta se había vuelto complicada debido a que los de Tuchel no aflojaban el paso en esa lucha. Los de Pep llegaban con un equipo completo y siendo un colectivo aceitado y con idea de juego. El City era un contraste total de lo que era el United, un equipo construido desde lo colectivo y con una idea de juego más que definida. En un Derby nada está escrito y el estado en el que llegan, pasa a segunda plano y definiendo todo en la cancha ante este partido que siempre es especial.
Primer tiempo
El partido comenzó con un dominio por parte del City, quienes tocaban a placer y moviendo la pelota de un lado a otro. El United tocaba poco, pero tuvo la primera de peligro en un tiro libre que Maguire cabeceó, pero se fue desviado. El marcador se abrió rápidamente cuando el City centró un balón y Eric Bailly lo metió en su propia puerta. Cancelo re centró la pelota y Bailly en un intento de despeje, la empujó hacia el arco de De Gea. El partido empezaba de la peor forma para el Manchester United, quienes raramente tocaban la pelota. El Manchester City era quien dominaba por completo el partido.
El City no dejaba que el United tomara la pelota y adelantaba sus líneas hasta la media. Cancelo y Walker subían como si fuesen extremos y poblaban el ataque del Manchester City. El medio campo de los de Guardiola hacían lo que querían sin que nadie cortara sus progresiones, mientras que el Manchester United se replegaba. Los de Solskjaer tenían varios minutos sin tocar la pelota y mucho menos de incomodar a Ederson, quien era un espectador más. Los locales salían a presionar más alto para buscar robar el balón en zona peligrosa, pero el ManCity raramente la perdía y cedía la posesión.
Pesadilla para el Manchester United
Los locales trataban de generar peligro por las bandas con Shaw y Wan-Bissaka, pero sin éxito. El Manchester United tuvo la más peligrosa por medio de Cristiano Ronaldo quien remató de volea, pero Ederson atajó. Luego de la jugada, el rebote quedó para Greenwood quien no remató cómodo y la sacó fuera; el United empezaba a presionar y a jugar más con la incursión de Fernandes. El City reaccionó y tuvo otra de peligro por medio de Jesus gracias a una escapada de Foden, pero De Gea atajó el tiro del brasileño para evitar el segundo tanto. El portero español pedía mayor concentración a su defensa, quienes sufrían mucho en las bandas y cuando De Bruyne y Gündoğan aparecían en la media.
De Gea estaba siendo el más importante para el Manchester United, sacando tres disparos seguidos y siendo fundamental. Foden era más que un peligro por banda, era una amenaza; todas las veces que el inglés la tocaba dejaba a un Wan-Bissaka incapaz de defender ante el juvenil. El Manchester United se estaba salvando de una goleada en la primera parte gracias al portero español, quien estaba descomunal. El Manchester City seguía siendo quien controlaba el partido, aunque con menos revoluciones en el juego. Cuando el partido parecía irse al descanso, Bernardo Silva marcó el segundo en una desatención de Shaw, enviando el partido con una victoria de 0-2 para los de Guardiola.
Segundo tiempo
La segunda parte arrancó con una mayor posesión por parte del Manchester United. Solskjaer cambió su parado táctico de un 3-2-1-2 a un 4-2-3-1 con el ingreso de Sancho por Bailly, quien sufrió en defensa. El ManU empezaba a animarse a tocar y a profundizar por las bandas, pero no lograba generar el peligro deseado en ningún momento. El City empezaba a perder de a pocos la posesión, pero no parecía incomodarles ceder por momentos la pelota. Los locales tenían mayor juego por banda con el ingreso de Sancho y con Greenwood jugando por banda derecha, aunque el City estaba muy bien plantado en defensa.
Los de Guardiola tocaban con mayor tranquilidad y sin tanto vértigo, planeando retener la pelota. El peligro real llegaba cuando enviaban balones altos para Foden, quien jugaba con mayor calma, pero manteniendo el dominio del partido. El Manchester City recuperó el dominio de la pelota por completo y ahora no la decía en ningún momento, enviando balones para que los laterales llegaran solos. La banda de Wan-Bissaka era el carril más endeble, por dicho flanco, ingresaban todos los ataques del ManCity, quienes gestionaban los tiempos del partido de maravilla.
Unos red devils sin respuesta
El partido había entrado a un bucle; el Manchester United no pasaba de la media cancha y no tenía idea de juego. El Manchester City no buscaba atacar con el mismo vértigo de antes y parecía cómodo y conforme con el marcador. El Manchester City avanzaba y era más peligroso ante una defensa que no había tenido tanto trabajo en el complemento en comparación a la primera parte. Los de Solskjaer llevaban varios minutos sin generar peligro y sin pasar de la media; Fernandes había desaparecido por completo en esta segunda mitad. Ronaldo y Rashford raramente tocaban la pelota y eran quienes menos habían participado del juego en la segunda parte.
Los de Guardiola tuvieron otra de peligro cuando Foden disparó, pero pasó a la par del arco, salvando del tercer gol. El Manchester United se había metido de nuevo en su propio campo, sin capacidad de respuesta en ninguna línea. El segundo tiempo había sido más calmado y con menos revoluciones; el City había atacado menos y sabía que la victoria era importante para perseguir al Liverpool y al Chelsea. El United parecía resignado a llevarse la derrota y a no sufrir de más en el encuentro, el City parecía no querer hacer el tercero y se daba por hecho con el resultado. El partido finalizó y únicamente bastó un tiempo para liquidarlo, el ManU suma otra derrota y el puesto de Solskjaer se encontraría en jaque.