Con trabajo articulado entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y el Ministerio de Vivienda, este día se entregó una obra de protección ejecutada en la cárcava ubicada en el pasaje Costa Rica, barrio El Centro en Nuevo Cuscatlán.
La inversión de dicho proyecto fue de $290,000 y constó de la eliminación de la cárcava, haciendo una instalación de tuberías de 60 pulgadas, construcción de muros, gradas disipadoras y cuatro cajas tragantes.
«Hoy es un día importante porque estamos entregando una obra a las familias de Nuevo Cuscatlán. Cuando era alcalde, el Presidente Nayib Bukele hizo todas las gestiones para ejecutar el proyecto, lamentablemente, en ese momento no fue escuchado», señaló Romeo Herrera, titular de Obras Públicas.
La cárcava formada en el pasaje Costa Rica era de 48 metros de largo y 15 metros de profundidad, la cual amenazaba la vida y patrimonio de las familias que residen en la zona.
Con la intervención realizada por el MOP, más de 37 familias son beneficiadas de manera directa.
El alcalde de dicha municipalidad, José Manuel Dueñas estuvo presente en la entrega de la obra y aseguró que como alcaldía se encuentran trabajando por la seguridad y bienestar de las familias de Nuevo Cuscatlán. Al mismo tiempo agradeció al Gobierno salvadoreño por su total apoyo. “Continuaremos siempre buscando lo mejor para Nuevo Cuscatlán y creando espacios seguros para todas las familias”, aseguró el edil.
La ministra de Vivienda, Michelle Sol, acompañó al titular del MOP en la entrega de la obra y aseguró que seguirá trabajando por el bienestar y calidad de vida de los salvadoreños. «Las familias cada noche de invierno tenían miedo. Aquí están las familias que nos pidieron ayuda. (…) Hay mucho por hacer, pero en eso estamos trabajando. Ahora nos reunimos con el ministro Romeo para ver donde se hará la siguiente obra, las cuales son esperanza para muchas familias», agregó la funcionaria.
Por su parte, los beneficiados agradecieron al ministro por los trabajos realizados, ya que ahora no están en riesgo. Una de ellas es María Julia Méndez, quien vive únicamente con su hija de 33 años. Ella vivía al borde la cárcava desde hace ocho años.
«Yo no dormía escuchando el agua. Ahora le doy gracias a Dios, al gobierno, al ministro y al alcalde que mandaron gente aquí. Me siento más tranquila porque ya no tengo miedo que la casa se me vaya a desmoronar», detalló Méndez.
Ya van a decir que les costo millones ese megaproyecto…