La pandemia del coronavirus ha provocado al menos 4.725.638 muertos en el mundo desde que la oficina de la OMS en China dio cuenta de la aparición de la enfermedad en diciembre de 2019. Desde el comienzo de la epidemia más de 230.520.700 personas contrajeron la enfermedad. La gran mayoría de los enfermos se recupera, pero una parte aún mal evaluada conserva los síntomas durante semanas o, incluso, meses.
La OMS estima incluso que si se tiene en cuenta la sobremortalidad vinculada al CIVID-19, directa e indirecta, el balance de la pandemia podría ser dos a tres veces más elevado que el registrado oficialmente.
Sin embargo, la historia puede ayudar a poner en perspectiva lo que está sucediendo. A continuación, un repaso por las pandemias más significativas de las que hay registro:
Peste antonina (165-180): 5 millones de muertes
Cuanto más se retrocede en el tiempo, menores son las precisiones sobre las enfermedades y sus consecuencias. Pero hay evidencias históricas más que suficientes para saber que la peste antonina fue devastadora en su tiempo. La infección se desató en el Imperio Romano tras el regreso de tropas que habían combatido en Medio Oriente. Se cree que la enfermedad puede haber sido viruela o sarampión, pero no hay consenso entre los historiadores.
Se la conoce como peste antonina por el nombre de la dinastía reinante en Roma en ese momento. De hecho, hay indicios de que el emperador Lucio Vero, que gobernaba en conjunto con su hermano adoptivo Marco Aurelio, murió en el año 169 víctima de ese mal. Las estimaciones actuales ascienden a 5 millones de muertos, lo que la convertiría en la séptima pandemia más letal de la historia.
Plaga de Justiniano (541-542): 30-50 millones de muertes
El epicentro del brote fue Constantinopla —actualmente Estambul—, capital del Imperio Bizantino (Imperio Romano de Oriente). El origen fueron las ratas que llegaban en los barcos mercantes provenientes de distintos rincones de Eurasia, portadoras de pulgas infectadas con la peste bubónica.
El emperador Justiniano I también contrajo la enfermedad, pero sobrevivió. Los cálculos de entre 30 y 50 millones de muertos como consecuencia de la pandemia abarcan los dos siglos en los cuales esta resurgió. Eso la convierte en la cuarta peor de la historia.
Epidemia de viruela japonesa (735–737): 1 millón de muertes
Se desarrolló en el contexto de intercambios crecientes entre Japón y el continente asiático, que dio lugar a otras epidemias. Comenzó en 735 en la ciudad de Dazaifu, Fukuoka, luego de que un pescador japonés la contrajera en Corea. La enfermedad se propagó rápidamente y terminó afectando a la mayor parte de la isla, donde murió cerca de un tercio de la población.
Peste negra (1347-1351): 200 millones de muertes
Se la considera la pandemia más mortífera y con el impacto más duradero en la historia de la humanidad. Se cree que el brote comenzó en Asia Central, y desde allí pasó por la Ruta de la Seda hasta llegar a la península de Crimea —disputada entre Rusia y Ucrania en la actualidad— en 1343. Alojada en las pulgas de las ratas negras, se esparció por toda Europa usando como medio de transporte a los barcos mercantes.
Las estimaciones más conservadoras sostienen que mató al 30% de la población europea, pero las más audaces dicen que hasta el 60% pudo haber muerto como resultado de la pandemia. El continente tardó 200 años en recuperar su nivel anterior de habitantes, aunque algunas regiones, como Florencia y sus alrededores, tardaron hasta el siglo XIX.
Viruela (1520): 56 millones de muertes
Era una enfermedad desconocida en el continente americano, pero llegó con la conquista europea. Fue introducida primero en lo que actualmente es México por los españoles y fue determinante en la caída del Imperio Azteca. Es considerada la segunda mayor pandemia de la historia, y hay estimaciones que indican que mató hasta al 90% de la población nativa americana.
Grandes pestes del siglo XVII (1600): 3 millones de muertes
Fueron distintos brotes de peste bubónica que tuvieron diferentes epicentros a lo largo del siglo. Uno de los más significativos fue la gran peste de Londres, que duró de 1665 a 1666, y fue la última gran epidemia de peste bubónica en Inglaterra.
Grandes pestes del siglo XVIII (1700): 600.000 muertes
Fueron diversas epidemias que surgieron en distintos países. La más importante fue la peste rusa de 1770-1772, también conocida como la peste de 1771. Murieron entre 52.000 y 100.000 personas solo en Moscú, cuya población se redujo en una tercera parte.
Cólera (1817-1923): 1 millón de muertes
La falta de tratamiento de los excrementos humanos y la ausencia de agua potable son los principales responsables de la propagación del cólera. Entre 1817 y 1923 se produjeron las primeras seis pandemias de esta enfermedad en distintos puntos del continente asiático.
La tercera peste (1855): 12 millones de muertes
La tercera pandemia de peste bubónica surgió en Yunnan, China, durante el quinto año del emperador Xianfeng de la dinastía Qing. Desde allí se esparció por todo el mundo, aunque en ningún lugar tuvo un impacto tan mortífero como en la India, donde causó cerca de 10 millones de muertos. Es la sexta pandemia más letal de la historia.
Fiebre amarilla (fines de 1800): 100.000-150.000 muertes
Los científicos consideran que se originó en África, con transmisión entre primates y humanos. El virus y el vector, que es el Aedes aegypti, una especie de mosquito, fueron llevados al continente americano por barcos de comercio de esclavos. Durante el siglo XIX se produjeron importantes brotes en América y en Europa.