Dos clubes históricos de La Liga Santander se daban cita esta tarde en el Wanda Metropolitano. Ambos equipos en busca de los tres puntos en situaciones similares. Los colchoneros buscan seguir con su buena racha y sumar otros tres puntos para seguir en la cabeza del campeonato doméstico. El conjunto vasco buscaba su tercera victoria consecutiva en un feudo dónde es muy complicado sacar puntos.
Descafeinada primera parte
El balón rodaba en el Metropolitano y comenzaba el choque entre ambos equipos. El conjunto local dispuso de una primera ocasión generada por un centro lateral de Marcos Llorente que conseguía rematar Antoine Griezmann pero se iba por encima del larguero.
Hubo muchos minutos en los que el conjunto bilbaíno mandaba con el balón, manteniendo posesiones largas e intentando generar peligro en la portería de Oblak. Raúl García fue un dolor de cabeza para la defensa rojiblanca. Tuvo dos centros laterales dónde no pudo enganchar bien el balón y se fueron por encima de la porteria colchonera.
Fue una primera parte bastante trabada debido a los choques continuos entre los jugadores de ambos equipos. Muchos duelos aéreos en los que se cometía falta al saltar con los brazos abiertos y golpear al rival.
Gil Manzano mandaría a los equipos a vestuarios con una primera parte con escasas ocasiones dónde destacaron las defensas al no conceder demasiadas ocasiones.
Segunda parte muy trabada
La segunda mitad comenzaba sin ningún movimiento en los banquillos. El conjunto dirigido por Simeone tuvo la primera ocasión en el minuto 46′ tras un remate de cabeza de Ángel Correa que se marchó cerca de los tres palos. Los bilbaínos tuvieron una de las ocasiones más claras del encuentro. Iñaki Williams tiraba un caño en el centro del campo a Giménez y se plantaba mano a mano con el portero esloveno echando el balón fuera.
Ahora el que llevaba la batuta del juego era el Atlético de Madrid, generando algo más de peligro después del triple cambio realizado por Simeone. Aún así, el conjunto colchonero no conseguía inquietar la portería de Unai Simón. El Athletic Club realizó un doble cambio. Raúl García se marchó ovacionado con el Wanda Metropolitano en pie tras su pasado colchonero.
El partido estaba muy cerrado y costaba generar ocasiones por parte de ambos equipos. En el minuto 75′, Marcos Llorente estrelló el balón en el palo tras tocar Unai Simón.
Comenzaban los problemas para Gil Manzano
A partir de aquí se jugó muy poco a fútbol. En el minuto 77′, João Félix vio la amarilla tras dar un manotazo a unos de sus rivales al recibir una falta. El portugués seguidamente se dirigió a Gil Manzano diciendo «Tú estás loco» y el colegiado le enseñó la segunda tarjeta amarilla y por tanto la cartulina roja. El conjunto local se quedaba con uno menos a falta de algo más de diez minutos para el final del partido.
En la siguiente jugada, Nico Williams realizó una entrada algo temeraria al guardameta esloveno y se formó de nuevo una tangana alrededor del árbitro. El partido se estaba ensuciando y no se estaba jugando a nada.
Unas de las últimas ocasiones del partido la tuvo el Athletic Club. Asier Villalibre mandaba un mano a mano por encima del larguero minutos antes del descuento.
La última jugada del partido la tendría el Athletic Club tras un córner que se fue por alto. Oblak ponía la pelota rápido en juego y dejaba mano a mano a Carrasco con Unai Simón, pero Gil Manzano pitó el final del encuentro y todos los jugadores rojiblancos rodearon al árbitro en busca de explicaciones. El partido terminó con empate sin goles y reparto de puntos para ambos equipos.