“Hacia un futuro innovador para todos”, es el lema que empapeló la ciudad durante todo el proceso previo al evento deportivo más importante del mundo.
Además de prometer ser los Juegos Olímpicos más tecnológicos de la historia, la otra palabra clave para los organizadores es la “sustentabilidad”. Con la intención de extender su lucha contra el cambio climático, durante la competencia se buscará reducir las emisiones de dióxido de carbono, maximizar el uso de energías renovables, racionalizar el uso apropiado del agua y alcanzar la meta de basura cero.
Un claro ejemplo de ello es la campaña que se realizó para la creación de las más de 5 mil medallas de oro, plata y bronce que se repartirán en las distintas disciplinas. El comité organizador le pidió a los ciudadanos de Japón que donen los artefactos electrónicos que no utilizan (teléfonos celulares, cámaras digitales y laptops, por ejemplo) para recolectar las ocho toneladas de metal bruto para la confección de las preseas.
“Es realmente importante tener medallas llenas de esperanzas y sueños de personas de todo Japón”, manifestó la luchadora Eri Tosaka, medallista de oro en Río de Janeiro 2016 en la presentación oficial de las preseas a inicios del 2020. “Es maravilloso que cualquiera pueda participar en este proyecto de medallas”, declaró Takuro Yamada, nadador que obtuvo el bronce en los pasados Juegos.
La recolección fue un éxito, según afirmaron desde la organización, y se realizó desde abril de 2017 hasta el 31 de marzo de 2019. Las preseas fueron diseñadas por el japonés Junichi Kawanishi, quien ganó un concurso en el que participaron más de 400 contendientes. “Cada medalla individual que se otorgará a los atletas durante los Juegos de Tokio 2020 está hecha de metales reciclados”, manifestaron los organizadores en el sitio web oficial de los Juegos.
Vale destacar que esta no es la primera vez que se utiliza basura tecnológica para la creación de estos galardones. El único antecedente son los Juegos de Invierno Vancouver 2010.
La entrega de medallas también sufrió modificaciones y no será la clásica ceremonia en la que una autoridad le cuelga la medalla directamente en el cuello a los integrantes del podio. En esta edición de los Juegos Olímpicos, los premiados tomarán la medalla con la mano y ellos mismo deberán colocarlas en su cuello, algo inédito e histórico para el certamen. “Se asegurará que la persona que coloca la medalla en la bandeja lo haga solo con guantes desinfectados para que el deportista pueda estar seguro de que nadie la tocó antes que ellos”, explicó Thomas Bach, presidente del COI.
Producto de la pandemia por el coronavirus el gobierno japonés decidió que el evento se dispute sin público. Una de las opciones para suplir esta ausencia son la de colocar dos prototipos de robots. Se denominan Pepper y Spot y ya fueron utilizados en partidos de baseball en Japón. Ambos pueden realizar movimientos y emitir sonidos emulando a una persona que está mirando el evento en la ubicación.
La campaña de reciclaje de las medallas fue de la mano de la denominada “Operación BATON” (construir un pueblo de atletas con Madera de la Nación). La mismo consistió en que las distintas comunidades de Japón presten madera producida localmente para la construcción de la Villa Olímpica. Una vez finalizado los Juegos, todo será desmantelado y las maderas regresarán a los municipios para que puedan volver a ser utilizadas. El complejo alojará a 18 mil atletas.
Las camas para los deportistas que asitirán a los Juegos de Tokio, por su parte, fueron hechas con cartón. “Pueden aguantar hasta 200 kilos”, explicó Takashi Kitajima, director general de la Villa Olímpica. Y añadió: “Son más fuertes que camas de madera”, añadió Kitajima.
Las mismas serán recicladas una vez finalizada la competencia para fabricar productos de papelería. El material de los colchones, que no es de cartón, se convertirá en productos de plástico.
Es la primera vez que las camas y la ropa de cama de la Villa Olímpica se fabrican con materiales renovables, señalaron los organizadores. En total son 18 mil camas, distribuidas en 21 torres de apartamentos.
En la misma línea estarán los podios de premiación (hechos de plásticos donados por el público) y la antorcha olímpica (se construyó con desechos de aluminio de las viviendas temporales que fueron utilizadas durante el último terremoto que azotó a Japón), la cual se alimentará con hidrógeno para minimizar emisiones de carbono.