En ese mismo escenario en donde tocó por última vez la emblemática banda de rock Guns N’ Roses, Villarreal y Manchester United se vieron las caras en busca de la gloria en la final de la Europa League. Con la presencia de unos 10.000 espectadores, el Stadion Energa Gdansk de Polonia fue la sede para que británicos y españoles se diriman la historia dorada.
El partido comenzó con una clara iniciativa del combinado liderado por Ole Gunnar Solskjær. La presencia de Edinson Cavani, la velocidad de Marcus Rashford y la jerarquía de Paul Pogba representaban algunos argumentos que fomentaban la preocupación de Gerónimo Rulli.
Pero todo se paralizó cuando Juan Foyth chocó con el volante francés y tuvo que ser socorrido por el temor a sufrir una lesión. El defensor, que fue convocado por Lionel Scaloni para los próximos compromisos de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar, se mostró fuera de sí por unos instantes cuando la sangre se le desplazaba por el rostro. Una escena que por fortuna no pasó del susto.
La paridad terminó a través de la pelota parada. Un tiro libre a cargo de Dani Parejo encontró el entusiasmo de Gerard Moreno, para que el delantero rompa con la resistencia de David de Gea y celebre el 1 a 0. Antes de la media hora las emociones empezaron a levantar la temperatura en la fría ciudad polaca.
En el inicio del complemento el Submarino Amarillo pudo aumentar la diferencia a través de Carlos Bacca, de lo mejor en la ofensiva ibérica. Sin embargo, el colombiano se enredó en la definición y dejó con vida al elenco inglés.
La bala de plata significó la resurrección de los Diablos Rojos. Tras una polémica resuelta por el VAR en la que pudo concluir en un penal británico, Edinson Cavani se encargó de emparejar las acciones a través de su optimismo. El goleador charrúa fue el amo y señor de un Manchester United que continuó lastimando a un Villarreal cada vez más vulnerable.
La calidad de Bruno Fernandes y las proyecciones de Luke Shaw fueron otras herramientas para que el combinado del Reino Unido se quede con la victoria, pero la displicencia de Rashford contribuyó en el sacrificio español. Tanto Rulli, como Raúl Albiol y Foyth hacían lo imposible para sostener la estructura de una defensa que se debilitaba cada vez más con el paso del tiempo. Y los minutos jugaban a favor de los dirigidos por Unai Emery
La media hora suplementaria estuvo de más. Los protagonistas se quedaron sin ideas para lograr el triunfo y el cansancio generalizado atentó contra el espectáculo. Por lo tanto, la gloria debió resolverse desde los doce pasos.
En los penales se vivió el momento más emotivo e intenso. La efectividad de los intérpretes llevó a que los 11 jugadores ejecuten sus disparos. Para anotar: Gerard Moreno, Juan Mata, Raba, Alex Telles, Paco Alcácer, Bruno Fernandes, Alberto Moreno, Marcus Rashford, Daniel Parejo y Edinson Cavani fueron los responsables de extender la definición con 5 goles por cada lado.
Así, los gritos de Moi Gómez, Fred, Raúl Albiol, Daniel James, Francis Coquelin, Luke Shaw, Mario Gaspar, Axel Tuanzebe, Pau Torres y Victor Lindelöf le dieron lugar al momento de los arqueros.
Gerónimo Rulli se convirtió en héroe cuando infló la red y luego le desvió el remate a David De Gea. El ex Estudiantes tuvo su noche soñada y con sus manos escribió la historia dorada del Submarino Amarillo. En Polonia se festejó al ritmo de Yellow Submarine.
