Científicos que monitorean los coronavirus con potencial de saltar a los humanos afirman que identificaron un virus que ya habría infectado a personas, con contagios desde perros.
En el siglo XXI, han ocurrido tres importantes brotes de coronavirus que pasaron de animales a humanos: el SARS, desde la civetas en 2002, el MERS, de los camellos una década después, y el actual SARS-CoV-2. No son los únicos. Por ello, la comunidad científica analiza regularmente posibles nuevos episodios zoonóticos.
“Los diagnósticos son muy específicos. Generalmente se centran en virus conocidos”, explica Gregory Gray, epidemiólogo de enfermedades infecciosas del Instituto de Salud Global de la Universidad de Duke. Por ello, impulsó a Leshan Xiu, un estudiante de posgrado de su laboratorio, a desarrollar un test más potente que detectara una amplia gama de coronavirus, incluso aquellos que no han sido identificados.
Un lote de pruebas de hisopado analizado el año pasado, tomado de pacientes de Malasia de entre 2017 y 2018, ambos hallaron ocho positivos por infección de un nuevo coronavirus canino, con casos de neumonía, más frecuente entre niños.
Los positivos tenían una prevalencia de 2,7% entre las 301 muestras. “Es bastante alta, es notable”, comentó Gray al portal NPR. De hecho, al principio pensaron que se trataba de un error del laboratorio, o que el test no estaba funcionando bien.
Ante la duda, enviaron las muestras a la viróloga Anastasia Vlasova, una experta mundial en coronavirus animales de la Universidad Estatal de Ohio, quien también quedó sorprendida. “No se creía que los coronavirus caninos se transmitieran a las personas. Nunca se había informado de ello”, explicó a NPR.
Vlasova trabajó para descifrar el genoma del virus y señaló que probablemente había infectado a gatos y cerdos en algún momento, pero que lo más probable era que haya pasado a los pacientes directamente de los perros. “La mayor parte del genoma era coronavirus canino”, aseguró.
Pero la parte más inquietante era una mutación muy singular que no había sido identificada en ningún otro coronavirus canino, sino más común en coronavirus humanos. Según consideró, esa supresión ayudaría al virus a la infección y puede ser un paso clave para un eventual salto de persona a persona.
Este hecho, no obstante, todavía no ha sido detectado. No ha habido ningún contagio entre personas, lo cual por ahora es un alivio. Pero el equipo de investigadores sostiene que podría tratarse del octavo coronavirus conocido que causa la enfermedad en las personas, según reportaron en la revista Clinical Infectious Diseases.
“Todavía no hay pruebas de la transmisión de humano a humano”, resaltó el virólogo Xumin Zhang, de la Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas. Pero ante la falta de respuestas sobre cómo se infectaron los pacientes y qué contacto tuvieron con los animales, las dudas continúan.
Otro aspecto importante es que no se demostró que el coronavirus haya sido la causa de la neumonía en los pacientes. Por el momento, ambos hechos están asociados. Pero para demostrarlo, se tendría que inyectar el virus a una persona y ver si reproduce la enfermedad, algo que la ética no permite.
Por el momento, los científicos buscan hacer pruebas en animales y realizar más testeos para intentar averiguar más de este virus antes que se convierta en un problema. O en una nueva pandemia.