La intensidad del Sistema de la Corriente del Golfo, conocido también como la Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), está en su punto mínimo en más de un milenio, según un equipo de científicos de Irlanda, Reino Unido y Alemania.
Para estudiar la historia de este enorme flujo responsable del clima en el hemisferio norte, los investigadores combinaron y analizaron datos indirectos de varios tipos, como sedimentos marinos, hielos, anillos de árboles, corales y fuentes históricas, datados de hace entre 100 y 1.600 años.
«Si bien los datos indirectos individuales son imperfectos para representar la evolución de la AMOC, su combinación reveló una imagen sólida de la anulación de la circulación», asevera uno de los autores, Levke Caesar, citado por un comunicado del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático.
Causas antropogénicas
Como resultado, los científicos descubrieron que la corriente es más débil que nunca antes durante el período analizado.
«Los resultados del estudio sugieren que se mantuvo relativamente estable hasta finales del siglo XIX. Con el final de la pequeña edad de hielo alrededor de 1850, las corrientes oceánicas comenzaron a disminuir, con una segunda disminución más drástica desde mediados del siglo XX», explica otro autor del estudio publicado este jueves en la revista Nature Geoscience, Stefan Rahmstorf.
En cuanto a las causas de la desaceleración de la AMOC, los científicos opinan que está provocada por el cambio climático antropogénico. Así, el calentamiento global aumenta las precipitaciones e intensifica el derretimiento de capas de hielo polares, lo que reduce la salinidad y la densidad de las capas superiores del agua, afectando la convección del océano. Asimismo, se debilita por el enfriamiento del Atlántico Norte durante los últimos 100 años.
Peligro ecológico
La mayor ralentización de la corriente amenaza con varios efectos negativos, como por ejemplo una mayor incidencia de los eventos climáticos extremos. Asimismo, contribuye al aumento del nivel del mar, advierte Caesar:
El flujo superficial de la AMOC hacia el norte conduce a una desviación de las masas de agua hacia la derecha, lejos de la costa este de Estados Unidos. Esto se debe a la rotación de la Tierra. […] A medida que la corriente se ralentiza, este efecto se debilita y se puede acumular más agua en la costa este de EE.UU., lo que lleva a un mayor aumento del nivel del mar
«Si continuamos impulsando el calentamiento global, el Sistema de la Corriente del Golfo se debilitará aún más, entre un 34 % y un 45 % para 2100. […] Esto podría acercarnos peligrosamente al punto de inflexión en el que el flujo se vuelve inestable», indica Rahmstorf.
Este mismo mes de febrero otro equipo independiente de investigadores daneses llegó a conclusiones semejantes. En particular, afirmaron que la AMOC corre el riesgo de verse colapsada, hasta «cruzar umbrales críticos, lo que lleva a un cambio climático abrupto e irreversible.