El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió la renuncia de su ministro de Salud después de que se revelara el viernes (19.02.2021) que allegados de éste se habían vacunado contra el COVID-19 en su despacho, sin necesidad de solicitar turno como los demás argentinos.
Fernández «le dio la indicación al jefe de gabinete (Santiago Cafiero) de pedirle la renuncia al ministro de Salud», Ginés González García, quien posteriormente confirmó su dimisión en su cuenta de Twitter.
Las vacunaciones «de privilegio» en la sede del Ministerio de Salud se conocieron el mismo día en que la ciudad de Buenos Aires habilitó la solicitud de turnos online para vacunar a mayores de 80 años a partir del próximo lunes, un mecanismo que colapsó casi de inmediato ante la enorme demanda.
Hasta ahora en Argentina solo se ha vacunado al personal de salud. Recién el miércoles comenzó la vacunación para mayores de 70 años en la provincia de Buenos Aires.
Conocido periodista confesó «vacunación VIP»
El escándalo estalló luego de que el periodista Horacio Verbitsky contara este viernes en la radio que, gracias a su larga amistad con el ministro, pudo vacunarse en su despacho.
Además de su actividad como periodista, Verbitsky, de 71 años, también preside el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), dedicado a los derechos humanos.
Roberto Navarro, dueño del Destape Radio, la emisora en la que Verbitsky reveló su vacunación, anunció que canceló sus colaboraciones. «Es una inmoralidad que con 50 mil muertos haya vacunados VIP. Es inmoral quien lo autorizó y quien se vacunó», escribió Navarro en Twitter al confirmar el despido de Verbitsky.
El escándalo provocó una catarata de reacciones en las redes sociales bajo el hashtag #vacunasvip. Además de Verbitsky, otras personas cercanas al gobierno se vacunaron en el Ministerio de Salud, según la prensa local.
Argentina, con 44 millones de habitantes, suma más de dos millones de contagios de COVID-19 y supera las 50.000 muertes. La vacunación comenzó a finales de diciembre pasado con la Sputnik V, del laboratorio ruso Gamaleya, pero el proceso avanza mucho más lentamente de lo previsto al comienzo, debido a la escasez de dosis.
Un escándalo similar vive actualmente Perú, tras conocerse que la canciller de la nación y otros altos funcionarios del gobierno de Francisco Sagasti, además del expresidente Martín Vizcarra, se beneficiaron con vacunas de forma anticipada, en secreto y con artimañas.