Los fiscales que investigan la muerte de Diego Armando Maradona comenzaron este viernes a peritar los cuatro teléfonos secuestrados al neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, para determinar si hubo negligencia médica en la atención al ídolo argentino.
El análisis de los dispositivos inició a las 9 en la Fiscalía de San Isidro, Provincia de Buenos Aires (Argentina), donde se están revisando tres iPhone y un ‘smartphone’ (teléfono inteligente). Estos artefactos, junto a la historia clínica del ‘Diez’, fueron obtenidos durante los allanamientos que las autoridades realizaron en domicilios y consultorios de los implicados.
El objetivo es revisar las conversaciones referidas a la atención de Maradona, sumado a todo hecho relevante que se haya comunicado en los momentos previos y posteriores al deceso. Para concretar las tareas, utilizan un Dispositivo Universal de Extracción Forense (UFED, por sus siglas en inglés), que permite extraer información almacenada en memorias o tarjetas SIM.
«Homicidio culposo»
Por el momento, el expediente judicial para determinar las circunstancias en las cuales falleció el ‘Pelusa’ cambió su carátula a «homicidio culposo», y tiene a esos doctores como sospechosos. Sin embargo, todavía no se produjeron las indagatorias formales y resta por ver cómo avanza la situación procesal de Luque y Cosachov.
En el marco de la investigación también fueron separados dos teléfonos que pertenecían al exfutbolista, los cuales estaban en su habitación, pero no serán peritados para respetar su privacidad, a menos que resulte fundamental para avanzar en el caso.
Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre a los 60 años tras un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada», según los forenses. La muerte se produjo en un barrio privado del partido de Tigre, mientras se recuperaba de una operación en su cabeza, por un hematoma subdural.