El delantero francés Antoine Griezmann está atravesando su segundo año en el FC Barcelona. Una temporada en la que está intentando superarse a sí mismo para afianzarse como titular dentro del once de Ronald Koeman.
Éric Olhats, quien ayudó al Principito a dar sus primeros pasos en el fútbol profesional con la Real Sociedad y lo acompañó durante su paso por el Atlético de Madrid, remarcó que su proceso de adaptación en el club azulgrana fue un “trauma real”, más allá de que en la actualidad está teniendo un nivel más alto.
“Le encanta el fútbol y nada más, no quiere entrar en disputas con nadie. Tan pronto como está en el campo, es feliz. Para él, es inútil ir a la batalla”, señaló en declaraciones que entregó la revista France Football.
“Le he visto pasar por tantos momentos complicados, que ya sé lo que hará: sacará adelante la situación. Es el club el que está enfermo, no él”, afirmó Olhats, quien dejó en claro: “Griezmann solo va a intentar solucionar sus problemas en el campo, nada más. Nunca entrará en conflicto con nadie. Él no es así, en absoluto. Y no es por falta de coraje o personalidad”.
Si bien en el último tiempo se mostró más cercano a Lionel Messi, durante el primer año existieron rumores de un cortocircuito. Olhats advirtió que “siempre he escuchado a Antoine decir que no tenía problemas con Messi, pero nunca al revés”, aunque en esa definición pasó por alto las distintas entrevistas donde el argentino mostró un buen vínculo a nivel público con el francés. “Antoine llegó a un club con graves problemas donde Messi lo controla todo”, aseguró este hombre que definió como un “régimen del terror” al vestuario azulgrana. “La temporada pasada, cuando Griezmann llegó, Messi no le habló ni le pasó un balón. Creó un trauma real por una adaptación más que negativa (y eso) debe haber dejado su huella. Era evidente y visible, todo eso”, insistió sobre el tema.
Lo particular es que Olhats decidió lanzar estas explosivas declaraciones cuando todavía sostiene un buen vínculo con Griezmann, a pesar de no seguir siendo su principal consejero. En diciembre del año pasado, el Principito mostró su gratitud con este hombre: “Me cuidó durante cinco años. Me llevaba a entrenar todos los días. Cuarenta y cinco minutos en coche. Siempre ha estado ahí para mí. Siempre me dio buenos consejos en los días malos”.