El candidato presidencial demócrata Joe Biden recaudó 383 millones de dólares para su campaña electoral en septiembre, una suma récord que eclipsa la recaudación de fondos sin precedentes del mes anterior.
La cifra le deja con 432 millones de dólares en el banco, disponibles para la recta final hasta el 3 de noviembre. Es decir, podría gastar más de 20 millones por día en propagandas y logística, todo ello sin contar las probables donaciones que estén siendo enviadas en octubre.
Las grandes cantidades de dinero que Biden ha recaudado, a la par del Comité Nacional Demócrata (DNC), han revertido completamente la fortuna del ex vicepresidente. Durante las primarias demócratas, luchó para recaudar dinero y su equipo estaba casi quebrado cuando ganó la votación en Carolina del Sur, fecha en la que el establishment demócrata se unió en torno a él y en detrimento de Bernie Sanders.
En los meses siguientes, una avalancha de donaciones y bajos gastos le permitieron eclipsar las otrora formidables reservas de efectivo del presidente Donald Trump. La campaña de Biden y el DNC habían recaudado un récord de 364 millones de dólares en agosto, unos USD 150 millones más que su rival, que juntó USD 210 millones en donaciones en ese mes.
En el tuit anunciando su cifra de septiembre, Biden agradeció a sus seguidores y dijo que estaba conmovido. “Eso es más de lo que he recaudado en toda mi vida!”, expresó el ex vicepresidente, en una llamada a una de las contribuyentes. Según detacó, hubo 5,5 millones de pequeños donantes (de los cuales el 20% aportaba por primera vez) y el promedio fue de 44 dólares. “Todavía hay más trabajo por hacer, pero quería compartir las buenas noticias”, añadió.
La campaña Trump aún no ha publicado sus cifras de recaudación de fondos de septiembre. Sus cifras previas, si bien también son impresionantes con respecto a campañas pasadas, se mantenían detrás de las del candidato demócrata.
El mes pasado, un reporte de Wesleyan Media Project señaló que las agrupaciones demócratas habían emitido 106 mil anuncios televisivos, por un costo de 59 millones de dólares. En cambio, los republicanos emitieron poco más de la mitad, 57 mil propagandas, por un costo de 36 millones.
A su vez, el presidente Trump rechazó este martes los informes de que su campaña se está “quedando sin dinero” y prometió que usaría su propia fortuna si lo considera necesario.
«Tenemos mucho más dinero que el que teníamos hace cuatro años, cuando gastamos mucho menos dinero que la corrupta Hillary (Clinton), y aún así ganamos fácilmente”, escribió en su Twitter. Según consideró, su campaña está gastando los fondos con más inteligencia y los resultados reflejarían esa estrategia. En 2016, Trump aportó 66 millones para su campaña.
Polvora quemada el Joe Biden, por gusto.