El principio del fin de la crisis del Barcelona comenzó hace ya varios días. Más precisamente fue en Lisboa por los cuartos de final de la Champions League contra el actual campeón de la competición. Después de la histórica derrota ante el Bayern Múnich, que se quedó con un rutilante triunfo por 8-2, en el club catalán se activaron varios escenarios conflictivos. A la espera de la resolución que tomará Lionel Messi respecto a su futuro en la institución, el otro caso que explotó en la interna catalana es la continuidad de Luis Suárez.
En las últimas horas se produjo una llamada entre el flamante entrenador Ronald Koeman y el atacante uruguayo que confirmó lo que era un secreto a voces. El club que preside Josep Maria Bartomeu quiere desprenderse del delantero que se convirtió en el tercer máximo goleador en la historia de la institución con 198 goles en seis años. Por esta razón fue que el DT neerlandés se comunicó con el 9 del Barcelona para comunicarle que no lo tendrá en cuenta de cara a la temporada 2020-2021, la última con contrato vigente para Suárez.
Frente a este escenario, la prensa de Cataluña dio detalles de cómo fue el cruce telefónico que mantuvieron el flamante entrenador y el goleador charrúa. Según indicaron los periódicos Sport y Mundo Deportivo, la comunicación entre ambos protagonistas sólo duró un minuto. En ese tiempo, Koeman le expresó a Luis que no será tenido en cuenta y el delantero utilizó el breve diálogo para expresarle que su intención no es generar un problema con el club en su salida. Es más, los medios catalanes indicaron que Suárez no le hizo ningún reclamo particular al ex seleccionador de los Países Bajos.
De cara a lo que será el próximo 31 de agosto, el día que el plantel del Barcelona retomará los entrenamientos tras la debacle futbolística en Portugal, y que será la primera jornada en la que los futbolistas se pondrán frente al nuevo entrenador, habrá que ver cuáles serán los pasos que tomará la cúpula dirigencial del club para solucionar el futuro de Suárez. Bartomeu y compañía deberán ponerse de acuerdo con los apoderados del delantero por la rescisión del contrato del uruguayo, al que todavía le queda un año y otro con opción a renovarse hasta 2022.
Según trascendió en la prensa española, el Pistolero no se opondría a dejar la institución culé a la que arribó después del Mundial de Brasil 2014 proveniente del Liverpool, de Inglaterra, que recibió 80 millones de euros por el pase del atacante. Lo que enojó a Suárez fue el trato que recibió de parte de los directivos, ya que ni el presidente ni el nuevo secretario técnico Ramón Planes -reemplazó a Éric Abidal- se puso en contacto con él para informarle que la intención del club es negociarlo.
Con el objetivo de refundar la plantilla y, al mismo tiempo, provocar un golpe de efecto en la tesorería del club, la marcha de Suárez del Barcelona significaría que el club se libraría de uno de los contratos más altos del primer equipo. Además, provocaría el espacio necesario para dar el paso final hacia la contratación de Lautaro Martínez, el delantero argentino elegido para reemplazar al hombre que supo conseguir un promedio de 0.70 tantos por encuentro con la camiseta blaugrana.
Las próximas horas serán decisivas para el futuro del Barcelona. A la espera de la decisión que tomará Messi sobre su continuidad, Ronald Koeman ya dio el primer gran paso en su función de nuevo líder del plantel: se comunicó con el histórico goleador y le dijo que se busque un nuevo club.