El Barça sobrevive en la Liga gracias a un gol de Arturo Vidal en un buen primer tiempo del conjunto de Quique Setién, que volvió a ver cómo se le hacía larga la segunda parte. Inacabable. Agónica. Ganó por la mínima al Valladolid gracias a un gol de Arturo Vidal, con gran actuación de Ter Stegen al final. Es innegable que al Barça se le hacen largos los partidos: pese a que tiene momentos brillantes, no completa noventa minutos enteros a un nivel de notable o más. De nuevo no supo controlar el partido en el tramo final, sufrió y se puso en manos de Ter Stegen. Sea una cuestión física o no lo sea, el equipo se viene abajo con el paso de los minutos y resiste apretando los dientes.
El conjunto barcelonista mereció haber sentenciado el choque en los primeros cuarenta y cinco minutos, pero entre el portero Masip y la mala tarde en el remate de Griezmann, que se repartió el partido con Luis Suárez, con igualdad de desaciertos, el Valladolid llegó vivo al tramo final del partido, cuando reaccionó en busca del empate y puso a los de Setién contra las cuerdas. De la actuación de Suárez, cabría decir que se echó de menos a Braithwaite.
De forma inesperada, Setién volvió a retocar la pizarra y regresó al sistema de los tres centrales que trató de imponer en sus primeros partidos. Sergi Roberto, exitoso interior izquierdo en el 4-3-1-2 de Villarreal, pasó a jugar de central por la derecha de un trío junto a Piqué y Lenglet. La estrategia, un 3-5-2, dio resultado, especialmente gracias a que el dibujo prácticamente liberó a los laterales de trabajo defensivo en el 4-3-1-2 del Valladolid. Sobre todo, Semedo encontró una autopista por la derecha y participó en casi todo el peligro que generó el Barça.
Aparte del primer gol del Barça, creó tres jugadas que merecieron acabar de la misma manera: un pase, recién iniciado el partido, con remate de Riqui (interior zurdo esta vez en el dibujo) que rechazó Masip, el mejor blanquivioleta en el inicio; una asistencia (medio gol) a Griezmann, que perdonó increíblemente; y un chut del propio lateral a pase de Messi, con otra intervención de Masip.
El 0-1 llegó también con intervención de Semedo en la combinación con Messi, que asistió a Arturo tras una pérdida de Joaquín muy cerca del área pucelana. Vidal remató a gol.
Mala tarde de Griezmann
Griezmann, en cambio, fue la cruz de la moneda después de dos buenas actuaciones en el sistema anterior. El francés ya insinuó que no estaba en el mejor de sus días cuando no supo acabar una contra con mucho espacio, con Messi solo esperando un remate.
Desperdició un pase de Semedo y poco después no llegó a rematar un gran centro de Leo, esta vez más por acierto de Masip que por error propio. El meta aún tuvo tiempo antes del descanso un chut de Messi en jugada individual.
El Valladolid hizo poco en la primera parte. Su mejor ocasión fue un arranque de Kike Pérez, su hombre entre líneas, tras un mal despeje de Lenglet. Pérez tropezó él solito y Ter Stegen atrapó. Una agresión de Alcaraz a Arturo Vidal (tacos a la pantorilla y remache con el otro pie) quedó sin el castigo de la roja que merecía.
Alcaraz fue uno de los sacrificados por Sergio en el retorno del Valladolid al 4-4-2 tras los cambios del descanso. El Valladolid dispuso entonces una pareja de ataque Enes Unal-Sergi Guardiola (sustituido después por Sandro) en un sistema que obligaba a los laterales a defender más y que apostaba por las transiciones en busca de un partido de ida y vuelta. También Setién volvió a un 4-4-2 con los cambios y con la entrada de Araujo por Lenglet, con tarjeta por reiteración, una norma que sólo se aplica si no afecta al madridista Casemiro. Sergi Roberto volvió al centro del campo.
Enes Unal puso a prueba a Ter Stegen en dos ocasiones, con llegadas desde la derecha de Hervías. Dos de los cambios de Sergio. Masip dio réplica a su ex compañero alemán en una falta directa lanzada por Messi.
Pitando Mateu Lahoz, el atraco tenía que llegar tarde o temprano. No fue penalti un intento de engaño de Luis Suárez en una caída en el área, pero sí lo hubo en un agarrón de Kiko Olivas a Piqué en el área. Muy claro. Por una jugada mucho menos clara de Busquets al Barça le birlaron dos puntos en Anoeta en la primera vuelta.
Ter Stegen fue el ángel de la guarda en el achuchón final del Valladolid, especialmente en dos remates de Sandro. Lo fue junto a Piqué, creciente en la segunda parte, y Araujo. Tocó, una vez más achicar balones. Y sufrir. Al menos, el Barça llega a la penúltima jornada.