Con el paso de los días, el deporte comenzó a reactivarse en el mundo. Así sucedió con el fútbol en Alemania, Italia y también en España. Pero una de las grandes atracciones que todavía está definiendo cómo será el reinicio de su actividad es la NBA, la liga de básquet más famosa del mundo.
Mientras avanza el proyecto para completar lo que resta de la temporada con un plan que contempla que las 22 franquicias todavía con chances de acceder a los playoffs se concentren en el complejo Walt Disney World Resort en Orlando desde finales de julio para competir por el título, en las últimas horas surgieron fuertes rumores sobre la oposición de una de las superestrellas de la NBA a continuar con el formato ideado por la dirigencia que encabeza el comisionado Adam Silver y que fue aprobado por la mayoría de los dueños de las franquicias.
Según indicó el medio estadounidense The Athletic, Kyrie Irving, hoy figura de los Brooklyn Nets, se habría pronunciado en contra de volver a jugar en una charla por videoconferencia que tuvo como protagonistas a casi unos 100 jugadores de la NBA y que se extendió por 90 minutos.
“No apoyo ir a Orlando. No estoy con el racismo sistemático y esta mierda. Algo huele un poco raro. Queramos admitirlo o no, somos atacados como hombres negros cada día que nos despertamos”, citó el sitio digital sobre el supuesto enfático comentario que habría realizado Irving, que supo consagrarse campeón de la NBA junto a LeBron James en los Cleveland Cavaliers en la temporada 2015-2016.
Al parecer, por información a la que pudo acceder la plataforma que se nutre de todos los deportes norteamericanos, el base de los Nets tendría el apoyo de otros reconocidos jugadores de la liga para impulsar un boicot contra la decisión de jugar en medio de las manifestaciones que se generaron tras el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, que volvió a poner los actos de racismo contra dicha comunidad en el territorio de los Estados Unidos.
Según indicó el reconocido periodista Adrian Wojnarowski de ESPN, cadena que transmite la NBA, los jugadores habrían cambiado de parecer en los últimos días y se estarían replanteando diferentes aspectos del futuro cercano: desde las limitaciones a la libertad en la “burbuja” propuesta en Orlando para el retorno de la actividad, el real valor de la temporada restante para muchos equipos y jugadores, así como también el riesgo que tendrá el personal de contraer enfermedades y lesiones por la larga inactividad. Todo esto, además, se une con la necesidad de profundizar el discurso sobre los problemas de abuso policial y desigualdad racial que han llevado a jugadores como LeBron James y Stephen Curry a expresarse de manera contundente a través de sus redes sociales.
Justamente, el número 23 de Los Ángeles Lakers sería uno de los que estaría de acuerdo en volver a jugar, ya que entiende que el mensaje contra el racismo se puede potenciar si al mismo tiempo los jugadores salen a la cancha. Ante la incertidumbre de lo que podría suceder con el reinicio de lo que resta de la liga, que atrasaría el comienzo de la temporada 2020-2021 que tendría como potencial fecha de comienzo el próximo 1 de diciembre, otro de los aspectos a analizar es la situación económica que podría generar una cancelación total de la NBA
Mientras se comunican entre ellos y bajo la guía de la Asociación de Jugadores que lidera el jugador de los Oklahoma Thunder Chris Paul, los jugadores escuchan advertencias severas de sus agentes, especialmente sobre las implicaciones financieras que resultaría de la temporada perdida. Los agentes ya advirtieron a sus representados sobre el impacto financiero a corto y largo plazo si, finalmente, se decide que no habrá NBA hasta el inicio de la siguiente campaña.