La Policía japonesa ha arrestado a una exenfermera a la que incriminan de haber matado a docenas de pacientes de edad avanzada. Al parecer, la profesional sanitaria quería asegurarse de que sus víctimas con enfermedades terminales no murieran bajo su vigilancia debido a la «molestia» de enfrentarse a sus familiares con las trágicas noticias, informa The Asahi Simbon.
Ayumi Kuboki de 31 años, sospechosa de haber envenenados a 48 pacientes en el Hospital Oguchi de la ciudad de Yokohama en el verano de 2016, confesó haber asesinado a enfermos que ya estaban a punto de morir. Incapaz de hacer frente a la carga emocional de tener que explicar a los familiares por qué el paciente murió durante su turno, Ayumi Kuboki presuntamente mató a sus víctimas mediante la administración de sueros intravenosos con un desinfectante que contenía cloruro de benzalconio.
«Odiaba ver el rápido deterioro de su condición», explicó Kuboki a los investigadores. «No quería que murieran durante mi turno. Era problemático y difícil tener que explicarlo a los miembros de su familia», confesó.
Kuboki fue arrestada el 7 de julio bajo la sospecha de haber matado a Sozo Nishikawa, de 88 años, en septiembre de 2016. Durante el interrogatorio, la mujer confesó inmediatamente el asesinato del anciano. Además, la exenfermera confesó haber asesinado al menos a otros 20 pacientes de los 48 que fallecieron entre julio y septiembre de 2016 en el hospital donde trabajaba.
«También administré una solución antiséptica a otros pacientes», admitió Ayumi Kuboki. «Lo hice a unos 20 enfermos», reveló.
A pesar de su confesión, las autoridades siguen sin estar convencidas de que envenenara solo a personas con enfermedades terminales. Algunos de los pacientes que fallecieron dentro de aquel plazo de tres meses no se encontraban en situación grave de acuerdo con fuentes cercanas a la investigación.