La posible marcha de Arthur Melo (23 años) a la Juventus en el marco de la operación Pjanic para que el bosnio recalase en el Barça ha sido uno de los culebrones de este incipiente mercado de fichajes que aún no ha abierto oficialmente pero que la crisis del coronavirus ha puesto en primera línea mediática ante la ausencia de partidos de fútbol.
El medio era del agrado de la Juve, que se avenía a cambiarlo por Miralem Pjanic, una operación que también agradaba al Barça dado que valora el rendimiento inmediato que aportaría el bosnio, aún a costa de sacrificar al brasileño. En esa línea, el club azulgrana no se cerró en banda a ceder a Arthur cuando lo pidió la Juve sino que le dio permiso al club turinés para hablar con él.
Pero Arthur, en repetidas ocasiones, ha dicho que no quiere salir del Barça. Lo hizo en declaraciones a La Gazzetta cuando se le vinculó al Inter y en un comunicado cuando su fichaje por la Juventus era noticia diaria en los medios tanto en Barcelona como en Turín. Y por último, lo hizo directamente hablando su padre con la ‘vecchia signora’ y con el Barça para comunicar de nuevo el ‘no’ de su hijo a salir del club azulgrana.
Lo que subyace en la negativa radical de Arthur a salir es el convencimiento de que está en el mejor equipo para sus características. En un club que idolatra la memoria de Xavi e Iniesta y con los que él comparte el dominio del balón. Las comparaciones que recibe con el de Terrassa retroalimentan su idea de intentar hacer historia en el Barça.
Arthur cree que un equipo en que la posesión es importantísima le va como anillo al dedo. Además, jugar junto a Busquets es un plus, como lo es hacerlo junto a Leo Messi, el mejor del mundo y de la historia. Con Messi delante todo es más fácil y con Busi detrás, también. Además, el de Badia interactúa mucho con él en el campo y fuera del mismo, ayudándole a mejorar su juego.
Ese estilo del Barça de posesión, toque, control y dominio cree que cuadra con su fútbol. En el Bernabéu, pese a la derrota, se vio bien, ya a las órdenes de un Quique Setién cuyo manual, de entrada, casa con las características de Arthur. Sin embargo, el cántabro no le ha dado la titularidad de forma clara y diáfana, más bien al contrario. Pero tras unos problemas de pubis y la última lesión de tobillo, el brasileño se siente bien para convencer a Setién.
A nivel personal, el Barça y Barcelona también son una apuesta muy fuerte de Arthur. Su familia y él están encantados con su día a día y no desean sacrificar esa calidad de vida. Además, el brasileño ha hecho amistades en Catalunya con lo que se siente ligado emocionalmente. Recientementen incluso anunció que estaba aprendiendo catalán y está analizando proyectos vinculados a su vida en la capital catalana y en el Barça, con el que tiene contrato hasta 2024. En resumen, que no quiere moverse. Y si a nivel deportivo todo se le tuerce, ya analizará ese escenario. Pero ahora no toca.