No son buenos tiempos para una estrella que quiere cambiar de equipo. Lo sabe bien Paul Pogba (27 años), que de aquí al final de temporada se encuentra en una gran encrucijada: ¿Esperar que llegue la ansiada oferta del Real Madrid? ¿Acceder a una vuelta a la Juve? ¿Entablar conversaciones con el Inter, que tendrá dinero tras las ventas de Lautaro e Icardi? O, finalmente, coger la vía más fácil, aceptar la oferta de renovación del United que el medio francés tiene sobre la mesa y que le aseguraría el futuro en estos tiempos tan inestables. Pogba tiene contrato con la entidad inglesa hasta 2021 y un sueldo de 17 millones de euros limpios.
Ese es, su alto sueldo, el principal impedimento que hay para que termine jugando en el Real Madrid. Los 17 millones de euros netos que cobra superan los 14,5 de Ramos o Bale, la punta de la pirámide de la plantilla blanca. Florentino cree que es demasiado dinero para un centrocampista (la suma de sueldo y traspaso). Las conversaciones entre Pogba y el Real Madrid han sido frecuentes en los últimos años. Siendo una petición especial de Zidane, la entidad blanca intentó su fichaje en 2016 y en el verano de 2019.
De esos dos intentos (2016 y 2019) la relación entre Florentino Pérez y Mino Raiola, el agente del jugador, no salió muy bien parada. Pero sí que es fluido el contacto entre Raiola y José Ángel Sánchez. No en vano, el representante ya tiene a un jugador en la plantilla del Madrid, Areola. Ahora, la preocupación del entorno de Pogba se llama Camavinga. Es más joven (17 años) y más barato (50 millones). Y, como informó AS, el Madrid ya ha hecho los primeros contactos… Eso empuja a Pogba a pensar en otras posibilidades.
Entre las más factibles para salir del United están las de la Juventus (aunque desde Italia aseguran que la situación económica de la Vecchia Signora no le da para pagar el alto sueldo del futbolista) y el Inter de Milán. Este interés del Inter fue portada de la prestigiosa Gazzetta dello Sport hace sólo unos días. Recibirán dinero por las ventas de Lautaro e Icardi.
Todo estaba dispuesto para que Pogba saliera del United este verano. Pero eso era antes del estallido de la crisis del coronavirus. Entonces, Raiola ya estaba preparando el terreno del adiós del centrocampista con su enfrentamiento con Solsjkaer. «Paul es nuestro jugador y no de Mino», se quejó Solskjaer después de un ataque de Raiola en los medios. Y el agente contestó en su Twitter. Fue el pasado 17 de febrero: «Pogba no es mío ni tampoco de Solsjkaer. No puedes tener a nadie en propiedad durante un largo periodo ni en UK ni en otro sitio. Espero que Solskjaer no quisiera sugerir que Pogba es un prisionero».
No es tanto como un prisionero, aunque el United sí puede extender un año más el contrato del futbolista (hasta 2022) de manera unilateral. Es poco probable que lo haga. Bruno Fernandes le ha salido bueno, tiene en mente fichar a otro medio, Jack Grealish, centrocampista de 24 años del Aston Villa, y necesita dinero para fichar a un delantero de garantías. Pero Pogba está en la encrucijada. El nombre de Camavinga está más cerca del Madrid que el suyo propio.