Pekín no da prioridad a invitar a expertos extranjeros para que investiguen cuál fue la fuente del SARS-CoV-2 hasta que la epidemia no haya sido derrotada, señaló este miércoles el embajador chino ante la ONU en Ginebra, Chen Xu.
«La principal prioridad, por el momento, es centrarse en la lucha contra la pandemia hasta que logremos la victoria final», declaró Chen durante una conferencia de prensa en línea.
«En cuanto a cómo se llevará a cabo la invitación en caso de que la hubiera, debemos establecer las prioridades correctas en este momento y, por otro lado, necesitamos el ambiente correcto», agregó.
«No es que seamos alérgicos a ningún tipo de investigación, consulta o evaluación», asegura el embajador. Sin embargo, resaltó que ahora lo necesario es «correr a contrarreloj para salvar tantas vidas como podamos».
Acusaciones contra China
La declaración de Chen tiene lugar en medio de las denuncias de algunos políticos, que acusan a China de estar detrás del origen del SARS-CoV-2. Así, el pasado jueves el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que está convencido de que el patógeno fue creado en un laboratorio de Wuhan. Tres días después, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, respaldó esa versión y aseguró que una «evidencia enorme» la corrobora. Este martes, Trump de nuevo se pronunció sobre el tema y declaró que «dentro de un tiempo» su país publicará un informe que detallará el origen del virus.
Sin embargo, el mismo día el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Mark Milley, informó que no tiene la respuesta a la pregunta de dónde salió el SARS-CoV-2. Por su parte, el director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. (NIAID), Anthony Fauci, desestimó que se originara en un laboratorio y afirmó que existen pruebas suficientes de que el nuevo coronavirus «no pudo haber sido manipulado artificial o deliberadamente».
«El enemigo es el virus, no China»
El Instituto de Virología de Wuhan niega rotundamente ser el origen del covid-19, subrayando que «no hay forma» de que provenga de su laboratorio. Los científicos chinos, así como la mayoría de los expertos de otros países, sostienen que el virus se transmitió a los humanos a partir de un reservorio animal, como ocurrió con la neumonía atípica por el coronavirus SARS-CoV, que se originó en las civetas.
Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, hizo hincapié el pasado jueves en que China fue víctima del nuevo coronavirus y no su cómplice, agregando que los intentos de «ciertos políticos» de culpar a Pekín de su mal manejo del brote únicamente exponen «los propios problemas de EE.UU.». «El enemigo es el virus, no China», concluyó el funcionario.