Los árbitros de fútbol pocas veces se llevan los reflectores por algo más allá de sus errores dentro del campo. Pero el holandés Björn Kuipers es la excepción. El colegiado de 45 años no solo puede presumir haber dirigido la histórica final de Lisboa en la que el Real Madrid consiguió su décima Copa de Europa en 2014, las finales de la Europa League del 2013 y 2018 o la final de la Copa Confederaciones de 2013 (en la que Brasil le arrebató a España la posibilidad de levantar el único título que le falta), así como partidos mundialistas. También puede jactarse de poseer una fortuna cercana a los 12,4 millones de euros obtenidos más allá de su sueldo dentro del mundo del fútbol.
El arbitro es licenciado en Administración de Empresas y copropietario de una cadena de supermercados “C100”, con más de 500 sucursales en su país natal. Además, sus altos beneficios económicos, (percepciones anuales promedio de entre 2 y 4 millones de euros) le han valido para ser uno de los patrocinadores del piloto holandés de Fórmula Uno, Max Verstappen, de la escudería Red Bull.
Pero ahí no terminan sus ingresos. A estas cifras habrá que agregar el sueldo que recibe por ser uno de los colegiados más destacados de la Eredivisie, más unos 6 mil euros que obtiene por cada uno de los partidos que arbitra en los partidos decisivos de la UEFA. También hay que sumar un negocio de peluquerías que fundó recientemente.
Participaciones mundialistas
En esta Copa del Mundo ya dirigió el Egipto-Uruguay, Brasil-Costa Rica en fase de grupos, además del España-Rusia de octavos y el Inglaterra-Suecia de cuartos. En total suma cinco encuentros en lo que va del certamen si contamos que fue cuarto árbitro en el partido entre Argentina y Nigeria. A estos partidos habrá que añadir los tres que dirigió en Brasil 2014. Aún no hay noticias sobre si Kuipers pitará algún otro partido en lo que queda del certamen, pero si no, seguramente no tendrá tiempo para lamentarse. Mientras viaje de vuelta a casa, sus ingresos seguirán en aumento.