Los ojos cristalinos azules de Jesús de Nazaret que nos llenan de paz en la pantalla chica son un clásico de las transmisiones en la televisión mexicana para Navidad, pero sobre todo para la Semana Santa.
Se trata de un proyecto que inició con las ambiciones de proyectarse en las salas de cine, pero que terminó por ser una miniserie de TV pues Franco Zeffirelli el director de esta obra maestra notó que duraba seis horas y media.
Aunque la trama y la forma de retratar la Pasión de Cristo conmovió al público de 1977, sin la participación de Robert Powell, el actor que interpretó a Jesús en la miniserie, no hubiera tenido el impacto que hasta ahora ha tenido.
Y es que a casi 41 años de su estreno, el rostro de Powell aún es considerado en Occidente como la imagen que tenía Jesucristo cuando sufrió su crucifixión.
Tras el estreno de la película/ miniserie, el actor británico de ahora 73 años se convirtió en el blanco de fotografías, autógrafos y hasta pedidos de milagros.
Todo esto por la imagen que proyectaba en aquel momento, un hombre con barba larga, ojos verdes aunque en la película se proyectaban como azules, cabello largo y una serenidad que te erizaba la piel, según cuenta la BBC.
“Creo que esa película tuvo un impacto tan profundo en la cultura debido a que supimos alcanzar a todas las audiencias y a que no fuimos tan específicos en nuestra aproximación a Jesús”, dijo el actor al canal History Channel.
El rostro del actor se estandarizó tanto en la imagen de Jesús que comenzó a adornar casas, iglesias, centros de oraciones de miles de lugares católicos alrededor del mundo.
“Una vez estaba en Venezuela grabando una serie italiana (después del boom de Jesús de Nazaret). Y era Semana Santa, resulta que cuando entramos a una iglesia que había por allí se me acerca un señor y me dice sonriendo:
-Es curioso, entré en esta iglesia porque la imagen que tenemos detrás del altar y veneramos es precisamente usted-“, dijo Powell para el Canal 5 de Reino Unido.
¿Enloqueció?
Sin embargo, no todo fue fama y éxito en ese periodo de oro. Powell se vió en la necesidad de acudir a un tratamiento psiquiátrico para quitarse la idea de que él era el redentor.
¿Quién lo culparía? Como ya te contamos durante años su rostro fue glorificado y en las calles donde caminaba le pedían cumpliera milagros. Aunque los medios de Reino Unido revelaron el desorden psicológico que tenía el actor, la realidad es que él nunca confirmó o negó los hechos.
Lo cierto es que cuando Powell regresó a la actuación decidió borrar la idea de que era Jesús, por lo que no volvió a utilizar el cabello largo o con barba en ninguno de sus proyectos.
Su habilidad para la actuación lo llevó a otros papeles relevantes como Richard Hannay en la película Los 39 pasos, de 1978, o un protagónico en el film Harlequin en 1980 con el que ganó el premio a mejor actor en el festival de Venecia.
En la actualidad es casi un desconocido que se refugia en la literatura y que decidió alejarse de las cámaras, aunque cada Semana Santa lo recordamos en nuestras pantallas de televisión.
Con razon si tiene los ojos azules…El cristo gringo…
Después de la película Jesús de Nazaret nadie lo quería contratar porque todos lo reconocían como el actor de la película Jesucristo y todos los proyectos fracasaron tenía demasiada fama de la mala por cierto cuando triunfas en algo te quedas en ese