El Tribunal 2° de Sentencia de Santa Tecla condenó a 30 años de cárcel a Irvin Stanley Merino Jiménez por el delito de homicidio agravado en perjuicio de María Olimpia Escobar de Melhado; mientras que Francisco Javier Menéndez Cruz recibió una pena de 20 años por el mismo delito en calidad de cómplice necesario.
Para la jueza, el Ministerio Público logró desvanecer el principio de inocencia de los imputados y estableció la conducta dolosa y criminal conforme a la prueba pericial y documental aportada en juicio y que resultó ser suficiente para determinar que Merino Jiménez fue el autor directo del asesinato, ya que no solo fue ubicado en tiempo, modo y espacio en el lugar de los hechos por las cámaras de videovigilancia de la Alcaldía de Antiguo Cuscatlán, sino que también fue encontrado en su casa el arma con la cual atacó a la víctima.
En el caso de Menéndez Cruz, se estableció que no fue coaccionado para participar y que su participación fue fundamental y determinante para el cometimiento y ejecución del crimen.
Por su parte, los abogados defensores de los imputados señalaron en el juicio que la víctima no falleció a consecuencia de las lesiones provocadas por el imputado los sujetos, sino por una mala praxis hospitalaria; sin embargo, en el juicio la Fiscalía logró establecer que todas las lesiones causadas en las parte vitales del cuerpo de la víctima, estaban concatenadas a generar una complejidad causal que desencadenaría en su muerte.
Los condenados fueron capturados en diferentes fechas y lugares, por lo que la FGR presentó ante el Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlán los requerimientos penales contra ellos, en distintas fechas de abril y mayo de 2019. Dicho Juzgado, ordenó la instrucción formal de los procesos y la detención provisional de los imputados, remitiéndolos al Juzgado 2° de Instrucción de Santa Tecla, el cual ordenó su acumulación y resolvió al final de la audiencia preliminar la apertura a juicio.
El Ministerio Público estableció que los sujetos cometieron el hecho con premeditación, alevosía y abuso de superioridad, al atacar de manera sorpresiva a la víctima quien se ejercitaba corriendo a esa hora en la zona del Bulevar Orden de Malta en Santa Elena.
Los hombres se conducían en un vehículo, que era manejado por Hernández Cruz, el cual quedó estacionado en las cercanías de una gasolinera, mientras Merino se bajó y atacó a la víctima con arma blanca.