Por: Fredis Pereira
Transparencia selectiva es mostrar solo aquello que nos convine difundir, porque levanta nuestra imagen, mientras oculta otras cosas. Es lo que hace el patán infiel, que nunca contará a su mujer lo que hace en la cama de su mejor amiga; él sonríe mientras engaña con la esperanza de que nadie le descubra.
También esta forma de engañar lo practican los religiosos que muestran santidad por fuera, pero que tienen una vida contraría a sus predicaciones, como abusador sexual; mientras los seguidores caminan a ciegas tras su santo pastor que enseña el camino al cielo.
Cada quién contará lo que le conviene, evitará ser cuestionado y contestar preguntas incomodas, inventará historias según su ingenio y la conveniencia del momento para no ser descubierto.
Los políticos son ingeniosos para conseguir la simpatía contando historias. El arte de ocultarse es fundamental para este propósito, también el arte de contar historias. Es así, que durante el quinquenio del ex presidente, Tony Saca, la gente defendía a su presidente, y en los sondeos de opinión, lo aprobaban mayoritariamente; aunque le estaba robando al pueblo salvadoreño. El secreto está en saber contar historias, a la gente le encanta oír historias, les alegra el día, les hace olvidar las penas.
La transparencia selectiva pone feliz a los fanáticos. Estos como devotos seguidores de un santo, atribuyen perfección y honorabilidad incuestionable a su líder. Las estrategias mediáticas de los gobernantes alimentan estas ideas con costosas campañas publicitarias, así pagamos con nuestros impuestos las campañas del engaño.
Tony Saca nos bombardeaba con publicidad que mostraba aquello que le convenía, aquello que le conseguía popularidad, lo que sonaba bonito a los oídos de los crédulos ciudadanos, en un pacto con empresas publicitas que le pintaban su imagen muy sonriente, muy buena persona. En ese mismo periodo, ocultó hechos de corrupción, que confesó 9 años después para lograr un pacto con la fiscalía, que le permitiera reducir los años en prisión; parece que el arte de contar historias le sigue funcionando en su provecho, le pone como el reo que colabora con la justicia.
La transparencia selectiva es seductora. Las mujeres engañadas se llenan de resentimiento, para después de mucho sufrir desprenderse del abusador. Un observador crítico preguntará ¿Por qué cae con otro patán? La respuesta es dolorosa, la mujer elige mal, se informa poco y la seduce el engaño. Parece que el ciudadano también elige mal.
Los medicamentos para el desempeño sexual masculino como Cialis (tadalafil), Viagra (sildenafil) y Levitra (vardenafil) están diseñados para mejorar la función eréctil y aumentar la capacidad de lograr y mantener una erección. Estos medicamentos son inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5), que actúan relajando los músculos de los vasos sanguíneos y aumentando el flujo sanguíneo al pene durante la estimulación sexual. Cialis es conocido por su efecto duradero, que puede durar hasta 36 horas, lo que permite al hombre tener más flexibilidad a la hora de planificar la intimidad. Viagra y Levitra actúan más rápido, pero su efecto dura de 4 a 6 horas. Antes de tomar ro-meds medicamentos, es importante consultar con su médico para determinar la dosis adecuada y descartar posibles contraindicaciones y efectos secundarios como dolores de cabeza, sofocos, trastornos digestivos y alteraciones visuales.
Los políticos nuevos o viejos también cuentan lo que les conviene. Así, por ejemplo, nuestro aclamado presidente, Nayib Bukele, tenía guardado entre sus secretos, la millonaria relación con las empresas vinculadas al grupo Alba Petróleo de El Salvador, también ocultó durante la campaña presidencial, que sus afirmaciones sobre la pedofilia del ex secretario de comunicaciones, Eugenio Chicas, eran infundadas, un cínico engaño; que, dicho sea de paso, arreglar le costó 50 mil dólares; también ahora, poco se sabe sobre el financiamiento de la campaña presidencial en la que resultó electo.
La mujer engañada a veces termina traumada y resentida sin saber en quién confiar. Así también, muchos votantes han decido no creer en nada que se relacione con la política, mayoritariamente prefieren alejarse de las elecciones. Estas dos situaciones son traumáticas y a veces triste.
En términos de capital social, es positivo que la ciudadanía confié en sus gobernantes, porque fortalece las relaciones en la sociedad, genera un círculo virtuoso que facilita la gestión de la administración pública y contribuye a la articulación de los actores claves para el desarrollo de un país. No obstante, el funcionario no debe abusar de la confianza de sus seguidores para el tráfico de influencia en las contrataciones, el nepotismo, el uso ilegitimo de los recursos del Estado para hacer campaña electoral y mucho menos para coartar la libertad de expresión y el periodismo independiente; para evitar estos peligros se debe promover la transparencia sin limitaciones injustificadas.
Los cuestionamientos hacia los gobernantes son fundamentales para la gestión transparente. Los gobernantes, que se rodeas de sumisos subalternos impedidos de cuestionar las incongruencias, que premian a los aduladores con jugosos salarios por hacer nada productivo, deben ser cuestionados para evitar abusos de poder. Esta función la debe ejercer con valentía y sensatez la oposición política, los líderes sociales, y los medios periodísticos; pues de esta manera nos libramos de los peligros de la transparencia selectiva de quienes gobiernan, y podemos informarnos para tomar decisiones como ciudadanos libres. También con este propósito resultan oportunos los observatorios ciudadanos.
Finalmente, valga recordar, que Tony Saca fue descubierto y condenado por corrupto; esperemos que en el futuro otros también sean condenados sin distinción de credos, que el nepotismo, el clientelismo político y tráfico de influencia sean erradicados de todos los niveles del gobierno, y no obstante la transparencia selectiva, recordemos las palabras de Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.”