La actriz Silvia Pinal enfrenta las consecuencias de haberse sometido a un tratamiento estético en el que le fueron inyectados polímeros, la misma sustancia que hace años tuvo a su hija Alejandra Guzmán al borde de la muerte.
De acuerdo con información publicada en el número más reciente de la revista TV Notas, Pinal enfrenta desde hace meses serios problemas de salud a consecuencia de un tratamiento.
Según la fuente citada por la revista, la actriz acudió a una clínica de belleza por insistencia de una amiga y aunque en un principio solo se hacía algunos tratamientos naturales, la convencieron de que probara un producto “del Viejo Oriente, le dijeron que era 10 veces mejor que el ácido hialurónico”.
Pinal confió en que estaba recibiendo un cuidado profesional y accedió a pagar 90 mil pesos para que le inyectaran el producto directamente en la cara, con lo que rellenarían arrugas y estirarían la piel.
En los primeros días después de la intervención, Pinal se encontraba satisfecha con los resultados, pues sentía que le habían quitado 15 años de encima (el pasado septiembre cumplió 88 años).
Sin embargo, después de tres meses comenzó su infierno con fuertes dolores de cabeza y una gran inflamación del rostro.
«Ha habido ocasiones en las que de plano no sale de su casa porque su cara luce irreconocible, demasiado inflamada», aseguró la fuente citada por la revista.
Aunque la actriz acudió a la clínica para reclamar, no asumieron su responsabilidad y las consecuencias para ella solo se han agravado.
Pinal visitó a varios doctores, quienes le dijeron que le inyectaron en el rostro polímeros (la misma sustancia que a su hija Alejandra Guzmán le colocaron en los glúteos y que le ha traído problemas de salud desde hace más de una década).
Además de los efectos de la sustancia, Pinal tiene el problema de que por su edad varios médicos han evitado atenderla, pues el asunto se vuelve más peligroso.
“Por lo que le dijeron, los polímeros inyectados en la cara son casi imposibles de retirar, y de intentarlo, pondría en riesgo su vida”.
La actriz ha evitado hacer apariciones públicas, sobre todo en los días en que su rostro amanece más inflamado.