Martín Sombra, el ex guerrillero de las FARC que custodió a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt cuando estuvo privada de la libertad, fue capturado este sábado en Colombia por el presunto delito de secuestro, después de acogerse al histórico acuerdo de paz.
“Se presenta la captura de Eli Mendoza alias Martín Sombra, en el barrio Molinos en la ciudad de Bogotá en vía pública, por el delito de secuestro extorsivo”, indicó la policía antiextorsiones y antisecuestros (Gaula) en un comunicado.
Sin ahondar en detalles, el Gaula afirmó que el también llamado ‘carcelero de las FARC’ fue detenido por un «hecho sucedido en el 2017 en El departamento del Caqueta (sur), donde resultó secuestrado un ganadero».
La fiscalía no se ha pronunciado al respecto.
Sombra fue el encargado de mantener en cautiverio a Betancourt, secuestrada por la exguerrilla comunista en febrero de 2002 y liberada en julio de 2008 en una operación militar, junto con tres estadounidenses y 11 militares colombianos. Betancourt, de nacionalidad francesa y colombiana, se radicó desde su liberación en el exterior.
El guerrillero también fue el responsable de custodiar a secuestrados como el ex gobernador del Meta Alan Jara y durante los diálogos de paz de las FARC con el Gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) formó parte del equipo designado para acompañar a los negociadores.
“Martín Sombra” había sido detenido en 2008 en Saboyá, departamento de Boyacá (centro), tras regresar de Venezuela. Pero a mediados de 2017, la Justicia le otorgó la libertad, al considerar que cumplía con los requisitos de la JEP, un tribunal creado tras la firma del acuerdo de paz para juzgar delitos cometidos durante el conflicto.
La JEP prevé otorgar penas alternativas a la cárcel a quienes confiesen sus crímenes, reparen a las víctimas y se comprometan a nunca más ejercer la violencia, sean guerrilleros o militares.
Quienes no cumplan con esos compromisos responderán bajo jurisdicción de la justicia ordinaria.
Los ex comandantes empezaron a comparecer de forma individual ante la JEP por los secuestros, uno de los crímenes más repudiados por los colombianos, en julio de 2018. En aquella ocasión los desmovilizados de las FARC, en cabeza de Rodrigo Londoño, pidieron perdón a las víctimas y aseguraron que asumirían las responsabilidades que les correspondieran.
Durante su prolongada y fallida lucha por el poder, las otrora guerrilla recurrió al secuestro de personas con fines económicos y políticos.
Miles de rehenes, incluidos militares, policías y dirigentes como Betancourt, estuvieron encadenados hasta diez años en lo profundo de la selva antes de ser rescatados o liberados, y no pocos perecieron en cautiverio.