El número de víctimas mortales por el nuevo coronavirus originado en Wuhan ha aumentado a 81, mientras que la cifra de infectados ya es de 2.835 a escala nacional, ha informado este 27 de enero China News.
Mientras tanto, 57 personas infectadas se recuperaron y fueron dadas de alta.
A dicha cifra de personas infectadas hay que sumar los casos registrados en otros 11 países: Australia, Francia, Japón, Tailandia, Malasia, Nepal, Singapur, Corea del Sur, EE.UU., Vietnam y Camboya.
El virus se transmite de persona a persona a través del tracto respiratorio y en caso de contactos estrechos. Para evitar una mayor propagación, las autoridades han cerrado una serie de ciudades chinas que afrontan ahora el cierre de sus estaciones de tren, la suspensión de la circulación del transporte público y cierres de negocios. Entre ellas se encuentra Wuhan, donde en diciembre se originó la peligrosa infección, vinculada a un mercado local.
Las autoridades chinas advirtieron el pasado domingo que la capacidad de transmisión del coronavirus se está fortaleciendo, por lo que los contagios podrían seguir aumentando en los próximos días.
Durante una reunión especial del Gobierno chino, el presidente Xi Jinping afirmó el pasado sábado que el avance del coronavirus «se acelera», y que su país se enfrenta a una «situación grave», aunque no insostenible.
«Mientras tengamos una confianza firme, trabajemos juntos, [dependamos de] una prevención científica y de curas, además de políticas precisas, definitivamente podremos ganar la batalla», señaló el presidente Xi en una reunión del politburó en el marco de las festividades del Año Nuevo chino.
Claves para entender el avance del virus en el mundo
¿Cuáles son los síntomas?
Algunos son similares a los del SRAS, según los estudios de científicos chinos publicados el viernes por The Lancet, basados en los 41 primeros casos detectados en China.
Todos esos pacientes tenían neumonía, casi todos tenían fiebre, tres cuartas partes tosían y más de la mitad tenían problemas respiratorios.
Pero «hay diferencias importantes con el SRAS, como la ausencia de síntomas que afecten a las vías aéreas superiores (moqueo, dolor de garganta, estornudos)», indicó el autor principal del estudio, el profesor Bin Cao.
La edad media de los 41 pacientes es de 49 años, treinta de ellos son hombres y 27 habían estado en el mercado de Wuhan, donde apareció el brote. Por último, casi un tercio presentaba insuficiencia respiratoria aguda y seis murieron.
Y aunque no se deban sacar conclusiones generales, habida cuenta del reducido número de pacientes considerados, estas observaciones permiten esbozar un primer cuadro clínico de la enfermedad.
Unas indicaciones que cobran todavía más relevancia teniendo en cuenta que el diagnóstico de la afección no es fácil a causa de la epidemia de gripe actual, que tiene unos síntomas muy parecidos.
No existe ninguna vacuna ni ningún medicamento contra el coronavirus, y los médicos se limitan a tratar los síntomas.
¿Cuál es el grado de contagio entre humanos?
Esta es una cuestión clave. En un primer momento, se consideró que le grado de transmisión entre humanos era “débil”, pero ahora existen dudas sobre su intensidad.
«El problema es que todavía no tenemos suficientes datos para determinar de forma precisa el ritmo reproductivo básico de esta enfermedad», subrayó el profesor William Keevil, de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido.
Esta unidad, utilizada en epidemiología, designa el número medio de casos provocados por un solo paciente infectado por una enfermedad contagiosa.
«Si ese ritmo es alto y el virus muta en un futuro hacia una forma más peligrosa, la situación se volvería preocupante», advirtió Keevil.
Se calcula que el periodo de incubación (entre la infección y la aparición de los síntomas) es de dos semanas como máximo.
¿Cuál es su origen?
Los investigadores consideran que este nuevo virus proviene probablemente de los murciélagos, como el del SRAS, al que se parece en un 80% en el plano genético. Sin embargo, aún no se sabe qué animal lo transmitió al hombre. El miércoles, un equipo chino lanzó la hipótesis de que podría tratarse de una serpiente, pero otros expertos rechazaron esta posibilidad y apuntaron que podría tratarse, más bien, de un mamífero. Identificar a ese animal es importante, pues podría ayudar a atajar la epidemia.
En el caso del SRAS, el animal en el origen del contagio era la civeta, un mamífero muy apreciado en China para la alimentación. «Prohibiendo el consumo de civetas y cerrando las granjas en las que se criaba, se pudo evitar la reintroducción» del virus, recordó el profesor Arnaud Fontanet, del Instituto Pasteur de París.
En cambio, una de las razones por las que la epidemia del MERS continúa es porque el depósito del virus es el dromedario, un animal doméstico.
¿Cómo protegerse?
Las autoridades sanitarias y científicas destacan la importancia de las “medidas barrera”, eficaces para otras enfermedades virales como la gripe: lavarse las manos con frecuencia, toser o estornudar en el antebrazo o en un pañuelo desechable, evitar tocarse la cara (nariz, manos, boca)…
Además, si se detecta un caso, debe aislarse al paciente para evitar el contagio.
“Puesto que muchos enfermos del SRAS y del MERS se infectaron en centros médicos, hay que tomar precauciones para evitar que el virus se propague en establecimientos sanitarios”, advirtieron varios expertos internacionales en The Lancet.