La ciudad de Pekín canceló una serie de eventos de gran escala por el Año Nuevo Lunar debido al brote de una nueva cepa de coronavirus en el centro del país, que ha dejado al menos 17 muertos y casi 600 infectados, y en medio de una serie de esfuerzos a nivel nacional para contener su expansión, según anunciaron este jueves las autoridades.
El gobierno de la capital china señaló que cancelaría las actividades programadas, incluyendo las ferias en los templos que atraen cada año a enormes muchedumbres, para “fortalecer la prevención y el apoyo” y ayudar al “control de la epidemia”, de acuerdo a un mensaje publicado en la red social Weibo y citado por la agencia .
Los festejos por el Año Nuevo Lunar en estos sitios de Pekín se realizan desde hace tres décadas y sólo el año pasado atrajeron a 1,4 millones de personas, entre locales y extranjeros, durante los cinco días de duración del festival.
La decisión se enmarca en un pedido de las autoridades a nivel nacional para que la gente evite en todo el país las grandes concentraciones de personas durante los tradicionales festejos, que comenzarán el 25 de enero y continuarán hasta el 29.
Pekín es la tercera ciudad más poblada del mundo, con 21 millones de habitantes, y se encuentra a unos 1.000 kilómetros de Wuhan, donde se cree que comenzó el brote del virus similar al SARS.
Específicamente y de acuerdo al sitio Pekín Toursim Net, regulado por el gobierno municipal, las ferias Pekín Ditan y del Templo Longtan fueron canceladas, al tiempo que las áreas escénicas en los templos Tanzhe y Kietai, en la montaña Miaofeng y el distrito Mentougou, fueron cerradas.
El miércoles las autoridades pusieron a Wuhan bajo cuarentena, y extendieron restricciones de viaje a otras ciudades en su área metropolitana. Se trata de cerca de 20 millones de personas afectadas por la medida.
Esto incluye el cierre de aeropuertos y estaciones de trenes, controles en las autopistas, suspensión de transporte público terrestre y fluvial, cierre de museos y bares, entre otras medidas.
La cuarentena es problemática debido especialmente al contexto del Año Nuevo Lunar, una festividad en la que millones de chinos aprovechan para visitar a sus familiares y trasladarse a lo largo y ancho del país.
