Se va 2019 y aparece 2020 con el mismo deseo de Zidane: vestir de blanco a Pogba. El técnico sigue esperando el fichaje del centrocampista del Manchester United, un anhelo que no comparte el Madrid. No termina de entender la directiva el altísimo desembolso que exigiría el refuerzo de un jugador que tiene contrato hasta 2021 (la entidad inglesa puede prorrogarlo un curso más unilateralmente) y al que su actual club ni siquiera pone precio.
Esa postura, que empezó a surgir en verano, se ha visto reforzada por la irrupción de Fede Valverde (21 años). En el Madrid llevan desde 2015 pensando que El Pajarito es el futuro y que su evolución esta temporada marcha a pasos agigantados. Le han transmitido a Zidane que, con el uruguayo a este nivel, no se ve necesario invertir un dineral en un fichaje como el de Pogba. Zizou, en cambio, mira la situación con otros ojos. Pogba es una de sus debilidades y casa a la perfección con el prototipo de jugador que más valora: un box to box que aporte físico y técnica. Hace meses insistió sin descanso en que, o su compatriota… o nadie, descartando de esa manera a Eriksen y a Van de Beek.
El valor del ‘Pajarito’ se ha disparado
Eso fue en verano, ahora la balanza se ha decantado del lado de Valverde. La operación por Pogba se le iría al Real Madrid (según estima el club blanco) a más de 150M€, y por eso valora incluso aún más lo que tiene en casa. Valverde apenas costó 5M€ y el último año se ha revalorizado de manera espectacular. Entre su nuevo papel de titular con el conjunto madridista y Uruguay (siendo un futbolista Sub-21 por edad ha jugado veinte veces con la absoluta celeste) su nueva cotización, según la web especializada Transfermakt, es de 50 millones. Ha aumentado en 44M€ en los últimos once meses y tiene enamorados a compañeros como Casemiro.
El Madrid viene reiterando a Valverde y a su entorno, incluso cuando El Pajarito ha jugado menos (especialmente en la anterior etapa de Zidane), que el charrúa debe ser paciente porque la confianza en él es total. Un pensamiento que ha convertido lo que pudo ser el fichaje de Pogba en un laberinto: Zidane quiere a su compatriota y éste quiere ir al Madrid, pero en Concha Espina no se contempla un traspaso astronómico por un refuerzo que no considera prioritario, por el que el United no va a cooperar y que taparía a Valverde justo ahora que vuela alto.
El United vuelve a mimar a Pogba
Mientras Pogba empieza a notar que el interés del Madrid se relaja, su situación en Old Trafford también es menos tensa. Aunque en la directiva del United no cayó en saco roto el encuentro entre Zidane y el centrocampista hace mes y medio en Dubai, donde el técnico dio una conferencia y Pogba estuvo tratándose su última lesión de tobillo, la nueva estrategia es calmar aguas entre las partes. Tan compleja llegó a ser la situación que Mino Raiola, el superagente, descartó el pasado día 20 un cambio de aires de Pogba, representado suyo, a pesar de que él sería uno de los grandes beneficiados económicamente por el acuerdo. «Hubo un interés del Madrid y el United se negó a vender, aunque nosotros tampoco presionamos», desveló en The Telegraph. Otro obstáculo, también firme en su papel, es el entrenador de los diablos rojos, Ole Gunnar Solskjaer. «No, Pogba no va a ser vendido en enero», reiteró el noruego hace una semana.
A esa postura pública de club no vendedor se unió la otra fase del acercamiento a Pogba, la personal. «Paul es el mejor centrocampista del mundo», fue el mimo del entrenador nórdico a su pupilo. La frialdad es cosa del pasado. Todo, justo cuando el internacional bleu ha vuelto de su misteriosa lesión (hoy podría ser titular ante el Burnley, 20:45h.) y el canto de sirena desde Madrid pierde fuelle.