El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que al menos cuatro jóvenes, dos de ellos con ciudadanía belga, fueron víctimas de una «brutal golpiza» por presuntos paramilitares sandinistas, en medio de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua.
Medios locales como La Prensa reportaron el incidente y publicaron imágenes de las víctimas de la agresión. Cenidh dijo que «ya ha puesto en conocimiento a los organismos internacionales y estamos actualizando la información para mantener las medidas cautelares que la CIDH».
«Exigimos una explicación inmediata y que se castigue a los responsables, de lo contrario, la policía nacional asume su responsabilidad como coautora», dijo Cenidh.
Los agredidos en la ciudad de Chinandega por las llamadas «turbas sandinistas» fueron identificados como Santiago y Diego Coppens, hermanos de la estudiante de nacionalidad belga y nicaragüense Amaya Coppens, quien está presa por oponerse al gobierno de Daniel Ortega.
Coppens, de 25 años, fue detenida con otros 12 opositores el 14 de noviembre, cuando intentaba llevar agua a 11 mujeres que hacían una huelga de hambre en una iglesia de la ciudad de Masaya para pedir la libertad de más de 150 manifestantes.
Los familiares de Amaya Coppen fueron agredidos en el parque de Chinandega el 24 de diciembre cuando estos pegaban calcomanías pidiendo Navidad sin presos políticos. https://t.co/wFaCK05ABH
— LA PRENSA Nicaragua (@laprensa) December 26, 2019
Esta fue la segunda encarcelación de la líder estudiantil. Antes fue detenida durante las manifestaciones de abril de 2018 contra el presidente Ortega y fue liberada en junio pasado en virtud de una cuestionada amnistía.
Según Cenidh los atacantes eran parte de un grupo de 15 hombres, algunos armados. Las presuntas víctimas incluídos, otros dos jóvenes, habrían sido atacados el pasado martes en la noche mientras protestaban para pedir la libertad de los «presos políticos».
Nicaragua está en medio de una crisis sociopolítica que comenzó en mayo de 2018. Las protestas desatadas entonces dejó un saldo de cientos de víctimas, según familiares y organismos de derechos humanos de dentro y fuera del país.
El gobierno de Ortega y la oposición han intentado sin éxito encontrar una salida a la crisis a través del diálogo.
Recientemente, Ortega aseguró que no admitirá más protestas sociales en la nación centroamericana.
«Aquí no se rinde nadie, aquí no se rinde nadie, que eso lo tengan claro, los yanquis y los vende patria. Aquí no se va a repetir la historia de abril, eso debe quedar totalmente claro, y tenemos los instrumentos legales y jurídicos para defender la estabilidad y la paz de todos los nicaragüensesz», dijo Ortega a mediados de diciembre.
Las víctimas de la supuesta golpiza fueron llevados a la estación de policía, donde quedaron retenidos hasta la medianoche del martes pasado, cuando fueron liberados.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) documentó en el contexto de las protestas la muerte de 328 personas, centenares de detenidos y más de 60.000 exiliados.