Seis personas han muerto y tres han resultado heridas, una de ellas de gravedad, por un tiroteo ocurrido ayer en el Hospital Universitario de la ciudad checa de Ostrava.
La Policía checa confirmó, a través de su cuenta de Twitter, que el autor, un ingeniero de construcción de 42 años, originario de la ciudad de Opava, se disparó en la cabeza antes de que pudieran detenerlo.
«La Policía rastreó el vehículo. Identificamos al hombre que se disparó en la cabeza antes de que la policía lo detuviera»
Las autoridades habían reportado que el sospechoso iba armado y se transportaba en un vehículo gris plateado Renault Laguna.
El atacante estaba convencido de estar gravemente enfermo y de que nadie quería atenderlo, declaró su jefe a una emisora de radio local.
El primer ministro checo, Andrej Babis, viajará este martes a la ciudad de Ostrava tras la matanza, quien declaró que «uno a uno les puso el arma en la cabeza o en el cuello y disparó».
Babis aseguró que se desconocen las razones de lo sucedido, pero medios locales adelantan que el atacante podría sufrir un trastorno psicológico, agravado, supuestamente, por la pérdida reciente de un hijo en ese hospital.