Un tribunal militar en Surinam condenó al actual presidente de ese país, Dési Bouterse, a 20 años de prisión por una ejecución de 15 opositores en 1982. El fallo fue anunciado este viernes y provocó un terremoto político en ese país sudamericano.
Los partidos de oposición de inmediato pidieron a Bouterse, en China en una visita oficial, que renuncie a su cargo.
Mientras, la corte castrense que lo encontró culpable no ordenó inmediatamente su arresto. Bouterse, de 74 años, dirigió el país sudamericano durante la década de 1980 como jefe de un gobierno militar y luego asumió el cargo nuevamente en 2010 tras una elección democrática. Además, se aseguró la reelección cinco años después.
El tribunal dictaminó que Bouterse había supervisado una operación en la que los soldados bajo su mando secuestraron a 16 importantes críticos del gobierno, incluidos abogados, periodistas y profesores universitarios, y mataron a 15 de ellos en una fortaleza colonial en la capital del país, Paramaribo.
Uno de los detenidos de 1982, quien en ese entonces era un líder sindical, logró sobrevivir a la matanza y luego dio testimonio contra Bouterse.
El mandatario, quien ha negado firmemente los cargos, todavía puede apelar la decisión. Hasta el momento no ha hecho ningún comentario sobre su condena y medios locales reportaron que se espera que el sábado viaje a Cuba, como estaba previsto.
En un comunicado, el gobierno de Surinam dijo que «había tomado nota de los acontecimientos y pide a la comunidad que mantenga la paz».